El Volkswagen Passat va a morir. Volkswagen quiere poner punto y final a la producción de uno de sus productos más longevos, parar las rotativas y tirar las llaves al fondo del mar tal y como ya os ha contado mi compañero Sergio. El motivo no es otro que la abusiva e inefable fiebre SUV, encargada de canibalizar a productos como el Passat. No, la berlina alemana no ha sido, ni es, ni será la única en padecer ante esta batalla ya perdida tal y como demostraron valientes guerreros como el Renault Talismán o el Ford Mondeo. Pero, ¿por qué sucede esto? ¿Por qué los SUV son los encargados de erradicar un segmento que es lógico, funcional e incluso más seguro? Vamos a analizarlo.
Bien es cierto que los de Wolfsburgo mantendrán activa la fabricación del Passat Variant, la versión familiar de la berlina, pero no por mucho tiempo. Y es que el mercado dicta, en parte, las normas del juego, y las firmas no viven de esperanzas, ventas bajas y productos con poca acogida, sino de todo lo contrario. Así y pese a no haber registrado malas ventas en los últimos años, el Volkswagen Passat nos va a decir adiós.
Volkswagen Passat
Por qué las berlinas pueden seguir siendo una compra muy lógica
La realidad es que, de momento, en España aún podemos adquirir un Volkswagen Passat, y puede ser una muy buena idea hacerlo antes de que sea demasiado tarde. ¿Por qué digo esto? Porque las berlinas no están desapareciendo por ser malos coches o poco eficaces, sino por una moda que, pasajera o no, se ha encargado de desvirtuar a muchos otros segmentos.
Los SUV, con su voluminosa carrocería, altura libre al suelo, mayor visión y espacio, llevan la voz cantante desde hace años, pero no por ello debemos ignorar vilmente a una berlina como el Passat. Al fin y al cabo estamos ante un vehículo igualmente práctico, con espacio más que suficiente para cuatro ocupantes, un centro de gravedad más bajo -que beneficia el comportamiento y seguridad- y una aerodinámica mejor trabajada que ayudará a reducir consumos.
Además, los fabricantes las han evolucionado lo suficiente para contar hoy en día con opciones mecánicas de todos los sabores. Sin salir del ejemplo del Volkswagen Passat, podemos adquirirlo gasolina, diésel e híbrido enchufable, además de precios semejantes a los de un SUV de misma categoría, tales como un Volkswagen Tiguan.
La capacidad de carga, por norma general, es igualmente buena, y mucho mejor si optamos por la carrocería familiar. Además, las marcas que aún dan cobijo a una berlina se han tomado las molestias de aplicar su última tecnología, evitando que su final sea tan sórdido como el que están padeciendo los monovolúmenes.
Entonces, ¿por qué los SUV ganan la batalla? Mientras que me atrevo a confirmar que un amplio porcentaje de sus compradores lo hacen por moda, estética y una falsa sensación de mayor seguridad por su envergadura, otro gran número de usuarios acuden a ellos por altura libre al suelo, comodidad y espacio.
No, no me parecen razones de peso para que se lapide a las berlinas, más que nada porque, en muchos casos, varios integrantes de este segmento ofrecen versiones con ciertas pretensiones off-road capaces de englobar la mayor parte de argumentos de los SUV. Pero el mercado manda, el mercado lleva la batuta y el mercado dicta sentencia, aunque no sin el beneplácito de las marcas. Así que, mientras que las firmas vean un interés comercial en los SUV y no solo les resulte rentable fabricarlos sino también beneficiosos, serán estos los que se encarguen de ser casi la única opción plausible.
Algunos SUV que llegan al mercado en 2022
Toyota Corolla Cross.