¿Quién dijo que los coches fúnebres tenían que ser aburridos y lentos? Ya que es el Día de Todos los Santos – o el Día de Muertos en México – imaginemos que tenemos que elegir un coche fúnebre para nuestro «último viaje». Personalmente elegiría un coche fúnebre americano, ruidoso y con un sediento V8 en sus entrañas, de aspecto realmente siniestro. No obstante, puedo entender que alguien no quiera intoxicar por monóxido de carbono a su comitiva fúnebre. Si es el caso, una empresa alemana llamada BINZ tiene una solución perfecta. Se trata del BINZ.E, un coche fúnebre tan elegante como libre de emisiones basado en un Tesla Model S.
Tesla Model S
BINZ es una empresa alemana fabricante de coches fúnebres, y es una de las líderes mundiales en este nicho de mercado. De hecho, con el BINZ.E fueron nominados al «European Funeral Innovation Award» – sí, yo también estoy sorprendido de que exista un premio internacional a la innovación en funerales. El BINZ.E está basado en un Tesla Model S, y según el fabricante, podríamos incluso recurrir a un P100D, ofreciendo al «pasaje» no solo una de las aceleraciones más rápidas de un vehículo de calle, sino también una autonomía real de hasta 500 km. Para llegar a los cementerios más lejanos.
El fabricante de coches fúnebres ha mantenido el coche de serie hasta el pilar B, y después ha instalado una elegante superficie acristalada, rodeada por un marco cromado, a juego con el resto del vehículo. Dentro de lo complicado que resulta crear un coche fúnebre estéticamente atractivo, en BINZ han hecho un trabajo francamente decente. El Tesla Model S fúnebre mide ahora 5,82 metros de largo, y su altura es de 1,72 metros en su parte posterior. Su cristal trasero deja ver el féretro, sumergido en un compartimento de carga de aspecto minimalista, iluminado por una luz de tono cálido.
No obstante, si no deseamos que el féretro sea visible, cuenta con unos cristales – tanto el trasero como los laterales – de oscurecimiento automático, que bloquearán la vista desde el exterior. La electrificación de este coche fúnebre no termina en su propulsor. El féretro se sitúa sobre una plataforma móvil, que asociada a un motor eléctrico, permite su sencilla carga y descarga. El portón trasero también es de accionamiento eléctrico. Por último, una discreta trampilla lateral permite almacenar un carrito de transporte, con el que mover el féretro una vez ha sido sacado del vehículo.
Por último BINZ anuncia que es posible localizar el vehículo de forma remota mediante una app, así como enviar una «llave virtual» a otro conductor, con la que desbloquear y conducir el vehículo. Me resulta llamativo que en su catálogo se hable de las prestaciones del vehículo, y de opciones de conectividad nunca vistas en este peculiar nicho de mercado.
Fuente: BINZ