Las cifras de Tesla en el último trimestre son, sencillamente, espectaculares. La marca de coches eléctricos de Elon Musk sigue creciendo imparable y por primera vez Tesla ha conseguido cerrar un trimestre con más de 200.000 coches producidos y entregados.
Los beneficios de Tesla también siguen creciendo. Lejos quedan aquellos tiempos en los que Tesla acumulaba pérdidas. Tesla no solo ha con seguido superar la barrera de 200.000 coches producidos y entregados en un trimestre, sino también anotarse más de 1.000 millones de dólares en beneficios.
Ahora bien, ¿qué está sucediendo con las inversiones en Bitcoin de Tesla?
Las inversiones en Bitcoin de Tesla
En el primer trimestre de 2021 se producía un acontecimiento cuanto menos llamativo. Tesla anunciaba que comenzaría a vender sus coches en Bitcoin. Y no lo haría empleando la criptomoneda como un mero medio de pago, puesto que Tesla estaba dispuesta a mantener los pagos recibidos en Bitcoin y no transformarlos en dinero fiat, en dólares, euros, o cualquier moneda de uso corriente.
Tesla iba más allá. Y anunciaba a sus inversores la adquisición de Bitcoin por valor de 1.200 millones de dólares. Un movimiento no exento de riesgos. En el primer trimestre de 2021 el Bitcoin, que empezó el año por debajo de los 30.000 dólares, llegó a pagarse a más de 60.000 dólares. En el segundo trimestre, el Bitcoin se desplomó hasta pagarse, de nuevo, por debajo de los 30.000 dólares, sufriendo diferentes altibajos. A día de hoy un Bitcoin se está pagando a algo más de 40.000 dólares.
Tesla anunció su apuesta por el Bitcoin como un proyecto a largo plazo y no una maniobra especulativa cortoplacista. De hecho, la intención de Tesla pasaba por seguir invirtiendo en Bitcoin. El proyecto, en cualquier caso, se truncó rápidamente. El coste energético que requieren las transacciones que mantienen la red de Bitcoin, y de otras muchas criptomonedas, llevó a Tesla a paralizar su proyecto.
Así repercute el Bitcoin en las cuentas de Tesla
En cualquier caso, Tesla ha mantenido su inversión en Bitcoin. De hecho, en el segundo trimestre de 2021 ha supuesto 23 millones en pérdidas para Tesla, tal y como ha anunciado la empresa junto con sus resultados.
La adquisición de Bitcoin de Tesla genera una situación difícil para sus accionistas, por su repercusión contable. Mientras Tesla no coloque en el mercado sus Bitcoin, el repunte en el valor del Bitcoin no puede anotarse como beneficios. Si el valor del Bitcoin se desploma, la devaluación de su inversión sí que debe figurar en la cuenta de resultados.
De ahí el ajuste de 23 millones de dólares que ha tenido que anotar Tesla en su balance del segundo trimestre de 2021.
Elon Musk y Tesla retomarán su proyecto con Bitcoin y otras criptomonedas
Pero el idilio de Elon Musk y Tesla con las criptomonedas no ha terminado. Aunque Tesla ha paralizado su proyecto de adquisición de Bitcoin, Elon Musk sigue confiando en Bitcoin y las criptomonedas. Su objetivo ahora pasa por trabajar con los desarrolladores de las redes de Bitcoin para minimizar el impacto ambiental que genera el elevado coste energético de mantener las cadenas de bloques. De hecho, Elon Musk reconocía estos días que SpaceX también ha adquirido Bitcoin y que, a nivel personal, también ha invertido en Ethereum y Dodgecoin.
El proyecto de Tesla para con las criptomonedas podría reanudarse próximamente. Y para que eso suceda, Tesla necesita garantías, como el origen renovable de al menos el 50% de la energía que mantiene las redes basadas en cadenas de bloques, o que su consumo energético se minimice. Elon Musk llegó a apuntar a criptomonedas «que usen un 1% de la energía que consume Bitcoin en sus transacciones». Y, si bien es cierto, los cambios que requieren las redes que mantienen criptomonedas como Bitcoin o Ethereum son profundos y no pueden producirse de la noche a la mañana, se están dando pasos importantes para conseguirlo.
Elon Musk también reconoció que Tesla ha realizado algunas transacciones recientemente y que había llegado a vender un 10% de su inversión en Bitcoin, pero no con el objetivo de deshacerse de sus activos, sino para constatar que el movimiento de sumas tan importantes no altera el mercado.
Ethereum, por ejemplo, se está preparando para la llegada de un gran cambio, conocido como Ethereum 2.0, que podría producirse a finales de año. El cambio que plantea Ethereum y que muchos consideran podría convertirla en el referente de las criptomonedas, por delante de Bitcoin, supondría una reducción significativa en el coste del mantenimiento de la cadena de bloques en la que se sustenta la red.
La llegada de Ethereum 2.0 supondrá el paso de un modelo basado en verificaciones mediante prueba de trabajo (proof-of-work), que requiere «fuerza bruta», capacidad de procesamiento, y por lo tanto un gran consumo energético, para verificar las transacciones, a un modelo basado en prueba de participación (proof-of-stake), que funciona con peticiones de posesión de la criptomoneda a cada uno de los nodos.
De manera que es cuestión de tiempo que Tesla retome su proyecto de inversión en Bitcoin y otras criptomonedas