Estos días Bitcoin está en boca de todos, es la última moda. No hay día que no veamos una noticia acerca de los movimientos de las criptomonedas, que escuchemos la historia de alguien que se ha hecho millonario gracias a ellas, o los que avisan de que estamos ante una burbuja especulativa que acabará mal. El problema está en que ese aluvión de noticias, y esta vorágine que ha hecho que cualquier hijo de vecino esté pensando en invertir sus ahorros en criptomonedas, nos impide ver más allá, y descubrir lo realmente importante, la tecnología que está detrás de Bitcoin. ¿Pero cómo puede conseguir la tecnología de Bitcoin ayudarnos a evitar fraudes como la manipulación de kilómetros?
Bitcoin y Blockchain
La clave de Bitcoin está en la tecnología Blockchain, o cadena de bloques. Su aplicación a una criptomoneda es realmente interesante. La generación de Bitcoin se basa en un procesamiento de información, de una cadena de bloques que almacena información sobre las transacciones que se llevan a cabo. Esa es una de las razones por las cuales cada vez se generan menos Bitcoin, y es más costoso generarlos. Pero la clave está en Blockchain, en la cadena de bloques. A diferencia de las transacciones bancarias, que son registradas por el banco, la cadena de bloques permite disponer de una base de datos descentralizada, y segura, con numerosos nodos, sin depender de un intermediario, y en un proceso en el que las dos partes que llevan a cabo la transacción tienen el control. Os recomendamos la lectura de este artículo sobre Blockchain de nuestros colegas de ADSL Zone.
Imagina que pudiéramos disponer de una base de datos, de nuevo descentralizada, segura, constantemente actualizada y verificada, en la que constara el historial de un automóvil, averías, registros policiales nacionales y de INTERPOL, reclamaciones de la aseguradora, etcétera.
Aplicando Blockchain al historial de un automóvil
Esta tecnología podría permitir establecer un registro seguro acerca del historial de un automóvil. La verificación continua de los datos, y el hecho de que estos estén descentralizados, aseguraría que estos no puedan ser manipulados. O al menos nos ofrecería muchas garantías de que eso no vaya a suceder, porque como podréis imaginar la seguridad absoluta no existe. El usuario del automóvil sería el responsable de autorizar que su coche, y todo su historial, aparezca en este registro. Y a la postre, eso sería una de las mayores garantías que podría dar a cualquier comprador en el momento de proceder a su venta en el mercado de ocasión.
La idea, sinceramente, promete. Y es precisamente lo que están intentando llevar a cabo algunas compañías (estos días conocíamos una empresa europea llamada Car Vertical, que por cierto pronto iniciará la emisión de criptomonedas para financiar su proyecto), al amparo del auge de las criptomonedas, proponiendo un modelo en el que Blockchain pueda ser aplicable al historial de un automóvil y encargándose de mantener los registros, emitir informes con el historial del automóvil, o creando las correspondientes funciones que permitan el acceso a servicios de terceros, por ejemplo aplicaciones de aseguradoras, o aplicaciones para emitir informes sobre un coche.
