A partir de 2026, el preparador Alpina formará parte de BMW Group. Este es el anuncio que ha realizado BMW y que nos ha dejado con la boca abierta por todo cuanto representa. Tras más de 60 años de estrecha colaboración fabricando algunos de los mejores y más exclusivos BMW, Alpina ha decidido cambiar de rumbo y comenzar una nueva etapa dentro de la estructura de BMW. El movimiento, que recuerda poderosamente al que vivió Mercedes-AMG en su momento, abre ahora todo un abanico de posibilidades, aunque no todas son buenas.
Aunque hasta el 31 de diciembre de 2025 Alpina seguirá trabajando como hasta ahora, de forma más o menos independiente, lo cierto es que la base de este acuerdo parece llevar cocinándose bastante tiempo teniendo en cuenta los motivos con los que BMW y Alpina justifican este acuerdo. Alpina ve ante sí un futuro incierto, complejo y cada vez más costoso como preparador, y la razón no es otra que el peso de la electrificación y el software que trae cada nuevo coche que llega al mercado.
Con una producción que máximo alcanza las 2.000 unidades al año, afrontar este reto supone un gran desafío, teniendo además una obvia dependencia de BMW y sus plataformas para seguir desarrollando este modelo de negocio. Así, BMW y Alpina han decidido establecer una hoja de ruta para asegurar el futuro de Alpina como parte del grupo BMW, absorviendo la firma, su factoría de Buchloe y su plantilla, aunque sin comunicar planes específicos para Alpina a partir de 2026.
Si bien el acuerdo está cerrado, aún hay ciertos puntos por resolver, como es el hecho de reubicar en 2026 a los 300 trabajadores que actualmente trabajan en las instalaciones de Alpina. Al mismo tiempo, la absorción de Alpina supone todo un desafío para BMW, pues el preparador se ha convertido en toda una referencia por la calidad de sus trabajos y las posibilidades de su oferta, siendo incluso una alternativa muy a tener en cuenta para las versiones M y M Performance.
Las llantas multirradio son uno de los elementos más característicos de las versiones Alpina
Y este es precísamente el punto que más nos preocupa, pues una Alpina dentro de la propia BMW parece no tener demasiado sentido a priori existiendo ya una alternativa similar firmada por BMW M. Aún así no debemos perder toda la esperanza, pues lo cierto es que el sello Alpina ha conseguido sobrevivir hasta nuestros días con cifras de ventas más que respetables para el nicho de mercado en el que milita, cosechando un buen éxito a partir de la modificación de versiones como los Serie 3, Serie 5, Serie 7 o Serie 8. Por lo tanto, la clave para su superviviencia podría pasar por crear una línea Alpina con presencia en la propia gama de BMW, aunque haciéndose más fuerte en valores como la diferenciación y la exclusividad.