Hace apenas unos días, BMW celebró el evento «BMW Next», en el que nos pintaban un futuro electrificado, con deportivos híbridos enchufables que aún podremos conducir e impresionantes motos eléctricas. Aunque centran su futuro en esta electrificación – de la que nadie puede escapar, aparentemente – el propio director de desarrollo del consorcio alemán afirma que en el mejor escenario para el coche eléctrico, al motor diésel le quedan al menos 20 años de vida, y al motor de gasolina al menos 30 años. Te contamos a continuación cuál es la visión de futuro de la combustión interna en el Grupo BMW.
Durante el evento BMW Next, Klaus Fröhlich – el director de desarrollo del Grupo BMW – concedió una entrevista a Automotive News Europe en la que habló sobre el futuro de la electrificación en MINI y BMW, dejando a un lado a una Rolls-Royce que va más «por libre». En primer lugar habló del futuro de la electrificación, con estimaciones bastante conservadoras de futuro. En el mejor de los casos, esperan que para 2025 un 30% de sus ventas correspondan a coches 100% eléctricos e híbridos enchufables – las ventas de coches híbridos con sistemas eléctricos de 48 voltios deberían ser claramente superiores.
En este escenario, que posiblemente sea excesivamente optimista, el directivo alemán afirma que para 2025 al menos el 80% de los vehículos vendidos por el Grupo BMW tengan un motor de combustión interna en sus entrañas. El propio Fröhlich ha afirmado que «la electrificación del automóvil está sobrevalorada» y que el coste de los coches eléctricos es aún elevado en cuanto a materiales y desarrollo. Tampoco espera que este coste se reduzca con el tiempo, a causa de las materias primas necesarias para construir sus complejas y gigantescas baterías.
Con todo, ve esta transición inevitable, si bien será más bien lenta. Esta transición se cobrará víctimas en el portfolio de motores de combustión interna de BMW. Los motores de 12 cilindros no llegarán a la próxima generación de normas anticontaminación europeas, como tampoco lo harán los motores diésel de 1,5 litros. Aparentemente, estos motores son caros de producir y tienen dificultades para cumplir las futuras normativas anticontaminación. El futuro del diésel de seis cilindros y cuatro turbos de los BMW 750d tampoco tiene futuro, a causa de su altísimo coste de producción.
Sin embargo, los motores de seis cilindros tienen el futuro asegurado, especialmente de la mano de esquema de propulsión híbrida enchufable. La electrificación de los coches será prácticamente total en zonas como Pekín y las ciudades costeras de chinas. Algo parecido ocurrirá en las costas de EE.UU., pero no en su interior, donde no creen que los coches eléctricos sean nunca mainstream. En mercados como el ruso ocurrirá algo parecido, a causa de su escasa infraestructura de recarga. Europa será un mercado muy favorecedor de los híbridos enchufables, coches que generan valiosos «créditos de emisiones».
Estos créditos son a todos los efectos «permisos para fabricar coches de altas emisiones», si bien en volumen relativamente escasos. Estos créditos son los que aseguran el futuro de los coches de BMW Motorsport y otros coches «incorrectos». Sea como fuere, parece que BMW ve una transición realmente lenta – o quizá más realista – hacia la movilidad de cero emisiones.
Galería de fotos del BMW Vision M Next
Fuente: Automotive News