BMW no es nueva en esto del coche de hidrógeno, pues hace quince años nos presentaba el Hydrogen 7, un Serie 7 con motor V12 que bien podía alimentarse con gasolina o hidrógeno, aunque el camino que finalmente ha tomado es mismo que el de su socia Toyota con el Mirari apostando por la pila de hidrógeno como fuente de electricidad.
En este contexto, la compañía bávara ha anunciado que el BMW i Hydrogen NEXT ya ha iniciado la fase pruebas en carretera. Se trata de un SUV de gran tamaño basado en el BMW X5 que será comercializado en cortas series el próximo 2022 y que recurre a la pila de hidrógeno como fuente de energía para producir electricidad a partir del hidrógeno a presión (700 bar) almacenado en dos depósitos y el oxígeno de aire obteniendo como residuo simplemente agua. Por tanto, es de un coche libre de emisiones de CO2, al menos a nivel local (lo mismo que sucede con cualquier eléctrico).
Con estos test BMW pretender pulir todo el software del coche, así como ajustar los diversos parámetros relativos a la conducción y puesta a punto para conseguir el tacto típico de la marca, sin olvidar las habituales pruebas de fiabilidad y en diferentes climatologías, pues los alemanes ya han ensayado en laboratorio los diversos componentes del sistema.
374 CV de potencia, que no son 374 CV
Mediante esa pila de combustible la mecánica del i Hydrogen NEXT es capaz de producir una potencia eléctrica de 170 CV. Dicha electricidad se almacena en una batería cuya capacidad no se ha dado a conocer, aunque está desarrollada en cooperación con Toyota y se utiliza como una especia de acumulador de inercia conocido en el habla anglosajona como buffer.
Así pues, con la electricidad almacenada se abastece al motor eléctrico de 374 CV compartido con la última generación de vehículos eléctricos de la firma alemana, es decir, los nuevos BMW i4 y BMW iX, lo que quiere decir que para maniobras de adelantamiento, incorporaciones o situaciones puntuales (y más o menos breves) la potencia disponible son esos 374 CV, pero una vez agotada la batería disminuye hasta los citados 170 CV.
Tampoco se conocen cifras oficiales de autonomía ni la capacidad de los dos tanques de plástico reforzado con fibra de carbono (CERP), tan sólo que se ha apostado por el nuevo estándar de alta a presión de 700 bar al igual que el Toyota Mirai y todas la últimas novedades recientemente presentadas.
De esta forma BMW lidera la apuesta de los grandes SUV alimentados por hidrógeno, una alternativa más interesante que los eléctricos puros, ya que debido al peso y a la deficiente aerodinámica de este tipo de vehículos no permite conseguir grandes autonomías, algo que la pila de combustible soluciona con tiempos de repostaje similar a los de un diésel o gasolina. De hecho, la propia Land Rover anunciaba hace unos días que estaba trabajando en un Defender con pila de hidrógeno, pues según sus previsiones, en 2030 habrá unos 10 millones de coches movidos por este combustible.