Tenemos que exigir a los fabricantes que se comprometan a hacer coches seguros. También a que tengan una actitud que, por muy obvia que parezca, no siempre fue así, y una vez identificado un problema que atañe a la seguridad de sus pasajeros, lo notifiquen, y lo resuelvan. Así ha actuado BMW en Estados Unidos, identificando un problema, comprometiéndose a resolverlo, reparando más de 30.000 coches, e incluso deteniendo temporalmente las ventas del BMW i3. Lo incomprensible es el problema de seguridad que han identificado, que en las pruebas de impacto – o crash-tests – el BMW i3 no protegía correctamente a los conductores que no llevaran puesto el cinturón. Como lo oyes. ¿De verdad es necesario que las marcas de coches fabriquen productos que han de protegernos cuando no cumplimos con la más básica de las normas y de las precauciones que ha de tomar un conductor o un pasajero para preservar su integridad en caso de accidente?
La llamada a revisión voluntaria ha sido lanzada por BMW, tras ser la propia marca la que descubrió que, por poco, los valores estudiados en las pruebas de impacto con dummys, o maniquíes, superaban los exigidos por la normativa estadounidense. La prueba consistía en el choque contra una barrera rígida. Y para más inri, los valores superados solo se daban en unas condiciones muy concretas, que además de requerir que el conductor no llevara el cinturón, implicaban que fuera una mujer del quinto percentil.
BMW i3
El quinto percentil engloba a mujeres con una altura en torno a 1,5 metros y un peso de 50 kilogramos.
Recordemos que estas pruebas se realizan con dummys de diferentes tamaños, que tratan de emular con mayor fidelidad el cuerpo de los conductores y pasajeros que viajan a bordo, dividiendo a la población en diferentes percentiles que resulten representativos del grueso de la población en función de parámetros estadísticos.
La marca asegura que su coche es seguro y cumple con todas las normativas, si su conductor y los pasajeros utilizan el cinturón de seguridad. Es lo mínimo que se les puede pedir, ¿no crees? Lo sorprendente es que tengan que llevar a cabo una revisión como esta – que por supuesto no será barata y quizás requiera soluciones complejas – por una situación que implica que el conductor viaje sin cinturón de seguridad. Según CNET, aún podría existir una razón que a nosotros nos parece incluso más incomprensible, en el estado de New Hampshire no hay ley que obligue a los adultos de más de 18 años a utilizar el cinturón de seguridad.
Esta situación nos recuerda bastante a aquella que se produjo en 2014. El Ferrari 458 Italia era llamado a revisión en Estados Unidos. La razón de aquella llamada a revisión era que su maletero no pudiera abrirse desde dentro, una normativa que se impuso en Estados Unidos para evitar atrapamientos accidentales. En aquel caso, de nuevo, una llamada a revisión inédita, y una normativa que sinceramente poco sentido puede tener en un superdeportivo que, por su naturaleza, difícilmente permitirá que alguien pueda meterse en su maletero. Salvo que fueran personas muy pequeñitas.
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