Muchos años lo llevábamos esperando, prácticamente desde el lanzamiento de su versión coupé. BMW por fin nos ha presentado la versión descapotable de su deportivo más eficiente, y probablemente también el que más miradas atrae, el BMW i8 Roadster. El BMW i8 estará disponible por primera vez con dos carrocerías, coupé y descapotable, que no solo se diferenciarán por el hecho más obvio, el de su techo, sino también por pequeños detalles, como el emblema que en la zaga, y en el pilar trasero -que por cierto conserva el BMW i8 Roadster– nos recuerdan de que i8 se trata. Ahora bien, ¿qué peculiaridades trae consigo este BMW i8 Roadster? ¿Qué sabemos de su sistema de techo?
El BMW i8 Roadster: biplaza y descapotable
Por su naturaleza, las 2+2 plazas originales del BMW i8 Coupé se han transformado en dos plazas para el BMW i8 Roadster, y un espacio adicional para alojar pequeños objetos, que según la marca tiene una capacidad de hasta 100 litros. Es probable que lo más destacado de este descapotable sea cómo BMW ha diseñado su carrocería, y su sistema de techo, para conseguir que la silueta tan llamativa del BMW i8 no se vea, para nada, afectada en este Roadster. BMW incluso ha conservado sus puertas de tijera.
BMW i8
Así se mantendrían, entre otras cosas, los pilares traseros, con su diseño de doble burbuja, que ahora pivotan para facilitar la apertura y cierre de la capota.
El sistema de techo del BMW i8 Roadster
BMW ha recurrido en su nuevo descapotable a un sistema de techo de lona, sin una superficie demasiado extensa, que se pliega y despliega en 15 segundos y a velocidades de hasta 50 km/h. Bien podría decirse que estamos ante un punto intermedio, entre el descapotable más tradicional, y lo que coloquialmente conocemos como un targa. BMW nos cuenta que para producir algunos componentes del sistema de capota, que se compone de tres piezas móviles principales, han recurrido a la producción en aluminio mediante impresión 3D, para crear formas muy caprichosas que no hubieran sido posibles mediante las técnicas habituales, como la fundición.
Un híbrido muy deportivo
Aunque la filosofía de los BMW i8 Coupé y Roadster no sea la del deportivo de altos vuelos, BMW se ha preocupado de conferir a este modelo, con vocación de gran turismo, unas prestaciones nada desdeñables. Recordemos que su sistema híbrido se compone de un motor de tres cilindros sobrealimentado que alcanza los 231 CV de potencia, y un motor eléctrico de 105 kW. Eso nos dejaría una potencia conjunta en el entorno de los 374 CV de potencia, suficiente para acelerar de 0 a 100 km/h en 4,4 segundos. Su potencia máxima se ha incrementado ligeramente, unos 12 CV.
Pero incluso más importante que ese pequeño incremento de potencia, que tiene que ver con el uso de baterías más potentes y de mayor capacidad de acumulación de energía, el incremento de la autonomía. Si el BMW i8 antes podía recorrer 37 kilómetros – según ciclo NEDC – utilizando únicamente electricidad, ahora podrá recorrer 53 kilómetros en su versión BMW i8 Roadster y hasta 55 kilómetros en su versión BMW i8 Coupé. El modo eléctrico puro funciona a velocidades de hasta 120 km/h.
En el BMW i8 Roadster también se ha procurado un tarado específico para los amortiguadores y el control de estabilidad, así como un diseño de llantas específico en 20 pulgadas. Toda la gama BMW i8 se nutrirá también de nuevos acabados de pintura, e interiores, y otras novedades de equipamiento que iremos detallando próximamente.
Más imágenes del BMW i8 Roadster: