Conducir un deportivo no siempre es divertido, ni todo son ventajas. Pero qué demonios, cualquier amante de la velocidad, y de los coches potentes y rápidos, pasará por alto cualquier desventaja inherente en el hecho de conducir un coche que se sale de la norma. Y esa es precisamente la estrategia que pretende seguir a partir de ahora BMW para vendernos un producto de su gama M, en la que recordemos que ya hay nueve modelos, desde el clásico coupé y el sedán, los BMW M2 Coupé, BMW M3 Berlina, BMW M4 Coupé y Cabrio, BMW M6 Coupé, Gran Coupé y Cabrio, hasta los SUV, el BMW X5 M y el BMW X6 M. ¿Y cuáles son las desventajas de conducir un deportivo?
Con mucho humor, y recurriendo a una serie de tópicos y situaciones habituales, BMW ha querido ironizar con las dificultades que algunos han podido encontrar conduciendo sus mejores deportivos. Situaciones que van desde la preocupación extrema por la limpieza y por no dejar que nadie manche la tapicería de piel, hasta el hecho de conducir un coche muy bajo, para lo cual no han recurrido precisamente al problema más común, el de tener que lidiar con un resalto, o la rampa de un garaje.
Situaciones como tener que llevar a la suegra en un coche tan incómodo, pero excitante, como un BMW M4 GTS, con las dificultades que plantea para salir y entrar – incluso para un chaval joven y ágil – con sus asientos bucket, sus arneses, y su jaula antivuelco.