La aceleración visceral, el tacto directo y la violencia mecánica que ofrece una moto deportiva, por mucho que me duela afirmarlo, no tienen rival en el mundo de las cuatro ruedas. Solo un hiperdeportivo de más de 1.500 CV puede compararse en aceleración con una moto superdeportiva como la que protagoniza hoy este artículo. Es la BMW M 1000 RR, la primera moto de altos vuelos de BMW Motorrad en tener el sello de BMW Motorsport. Con menos de 1 kg/CV, 15.000 rpm de techo de giro y 314 km/h de velocidad punta, es un Porsche 911 GT3 RS de dos ruedas.
BMW M 1000 RR: la moto de calle más extrema del momento
La BMW M 1000 RR nació con el propósito de homologar la participación de BMW Motorrad en el World SBK Championship, por tanto, podemos considerar que se trata de un verdadero homologation special de dos ruedas. Está basada en la ya meteórica BMW S 1000 RR, a la que añade mejoras mecánicas, aerodinámicas y de puesta a punto para ser aun más rápida y ligera. Aunque su foco son los circuitos, es una moto matriculable y podríamos rodar con ella en carretera abierta. Tal y como podríamos hacerlo con un Porsche con apellido «Renn Sport».
Fotos de la BMW M 1000 RR
Comencemos hablando del corazón de la moto. Es un motor tetracilíndrico de 16 válvulas, que con 999 centímetros cúbicos, desarrolla la absurda cifra de 212 CV a 14.500 rpm. Es 2 CV más potente que el motor de la S 1000 RR, pero entrega su potencia máxima casi 1.000 rpm más tarde. Este monstruoso motor permite que el 0 a 200 km/h suceda en menos de siete segundos – trata de procesar el dato – y que su velocidad punta pase de los 303 km/h de la S 1000 RR a unos mareantes 314 km/h. Pero el incremento prestacional apenas tiene que ver con su motor.
En parte se debe a la dieta de adelgazamiento de la moto, que a base de reemplazar por elementos de fibra de carbono muchos de sus componentes o equipar un escape de titanio Akrapovic, reduce su peso en orden de marcha – con el depósito lleno – hasta solo 192 kilos. Es decir, su relación peso-potencia es inferior a 1 kg/CV, mejorando las cifras de un Koenigsegg One:1, sin ir mucho más lejos. La BMW M 1000 RR es una moto destinada al uso en circuito, y por tanto, la aerodinámica es uno de sus aspectos más trabajados, donde más difiere de otras superdeportivas.
No hablo solo de los alerones aerodinámicos frontales, si no de elementos opcionales como una cubierta de fibra de carbono para el freno delantero, que le otorga un aspecto futurista impresionante. El resultado es una mayor fuerza aerodinámica descendente, que llega a 22,6 kilos a 300 km/h, si solo hablamos de las enormes aletas frontales. Al ser esta moto la base de las motos de competición de muchos equipos, BMW ha prescindido de la suspensión activa de las S 1000 RR, equipando una suspensión pasiva de puesta a punto muy radical.
El equipo de frenado es de primer nivel, con doble disco frontal de 320 mm y una pinza fija – no flotante, como en motos menos potentes – de cuatro pistones, además de un disco trasero de 220 mm. Pero es sin duda – bajo mi punto de vista – en la puesta a punto electrónica, donde esta moto da el do de pecho. La personalización de la experiencia de pilotaje es extrema, y es extrema con el objetivo de amoldarse a cada piloto, a cada tramo y a cada circuito. De hecho, es más profunda que la disponible en muchos coches de altos vuelos.
No hablo solo del quickshifter que permite subir o bajar de marcha sin tocar la maneta izquierda, si no de un sistema ABS Pro completamente ajustable, control de tracción y control anti-caballito – que permite abrir gas a fondo al salir de una curva sin que la rueda delantera se levante. Todos estos sistemas son ajustables de forma individual, al igual que el nivel de inmediatez de la respuesta del motor y el nivel de freno motor. Todos estos sistemas varían su funcionamiento según siete modos de conducción, cuatro de ellos para uso en circuito.
Todos estos sistemas se controlan desde las piñas del manillar y se visualizan en una completa pantalla TFT de alta resolución a todo color. Como buen BMW firmado por BMW Motorsport, existe una amplísima gama de accesorios M Performance, al igual que un paquete M Competition con telemetría, una cadena más robusta, un basculante más ligero y el paquete M Carbon de piezas aligeradas. Seguro que sospechas que esta moto no es barata… y no te equivocas. Su precio arranca en nada menos que 38.170 euros en España, matriculada de calle.
El precio puede superar con mucha facilidad los 50.000 euros si la cargamos de accesorios. Es una moto muy cara, pero piensa en cuánto dinero tendrías que pagar para lograr un nivel prestacional comparable sobre cuatro ruedas.
Fotos de la BMW M 1000 RR
