BMW acaba de presentarnos la última versión de su meteórico M8. Hasta la fecha conocíamos solo las versiones Coupé y Cabrio del BMW M8, y era momento de conocer al BMW M8 Gran Coupé. El BMW M8 Gran Coupé es una escultural berlina deportiva de cuatro puertas, con un cuidado diseño, hasta 625 CV en su versión Competition y un dinamismo que se le presupone de primer nivel. Es la respuesta de BMW a coches como el Porsche Panamera Turbo, o el Mercedes-AMG GT 63 S de cuatro puertas. Esto es todo lo que debes saber sobre el nuevo BMW M8 Gran Coupé.
A nivel de diseño no es ninguna sorpresa, y en este caso, eso es una buena noticia. No difiere demasiado de las versiones M850i de cuatro puertas, pero les añade un punto extra de agresividad visual. Los pasos de rueda han sido ligeramente ensanchados y sus llantas de aleación ligera de 20 pulgadas le quedan como anillo al dedo. El BMW M8 Gran Coupé ha sido presentado en un curioso color berenjena, que resalta aún más su carácter deportivo. En el frontal destacan tomas de aire de aún mayores dimensiones, y en su zaga, cuatro colas de escape de dimensiones generosas.
El techo es de fibra de carbono, con el objetivo de reducir su peso y acercar su centro de gravedad al suelo. Si te parece poco agresivo o te parece que necesita más fibra de carbono, recuerda que M Performance pronto lo cargará de accesorios. En su interior disponemos de un volante específico, con un acceso directo configurable a los parámetros de chasis y motor, así como accesos directos a los modos de conducción más deportivos. A ello le hemos de sumar asientos deportivos específicos, así como un Head-Up Display con más funciones.
Los faros full LED con luz láser y la instrumentación digital BMW Live Cockpit son equipamiento de serie. La habitual calidad de materiales de BMW y sus posibilidades de configuración se mantienen intactas. Pero la gran diferencia entre un BMW Serie 8 Gran Coupé y este BMW M8 se encuentra en su mecánica. Estos BMW M8 equipan un motor 4.4 V8 TwinPower Turbo, capaz de desarrollar hasta 625 CV en sus versiones Competition, así como 750 Nm de par motor, constantes entre las 1.800 rpm y las 5.800 rpm, transmitidos a las cuatro ruedas.
Son transmitidos a las cuatro ruedas mediante una caja de cambios automática de convertidor de par y ocho relaciones… pero no siempre son transmitidos a las cuatro ruedas mediante un sistema M xDrive de tracción integral permanente. Aunque por defecto transmite más potencia al tren trasero, es posible desconectar el eje delantero y desconectar al completo el control de estabilidad, convirtiéndolo en una perfecta máquina de fabricar humo blanco. El diferencial trasero Active M Differential es un autoblocante controlado electrónicamente.
Su equipo de frenado puede ser de tipo carbonocerámico, aunque de serie equipe discos ventilados de material compuesto. Es algo a tener en cuenta cuando exprimamos a fondo su chasis o entremos a circuito, ya que su peso en vacío es de nada menos que 2.055 kilos. La versión Competition cuenta con un chasis reforzado y más rígido, además de 25 CV extra – el BMW M8 Gran Coupé «estándar» tiene 600 CV. Parece que el Porsche Panamera Turbo le ha salido un rival muy duro en Munich. ¿Con cual de estas dos super berlinas alemanas te quedarías?