El futuro de la movilidad está lleno de retos y cada vez más alternativas. Desde flotas de vehículos compartidos, a economía colaborativa, pasando por el transporte público, en combinación con vehículos autónomos y coches privados más antiguos. Una mezcla explosiva que será absolutamente ecléctica en las grandes urbes. BMW aún apuesta por los vehículos privados, y aprovechando el Concurso de Elegancia de Villa d’Este, nos han presentado la BMW Motorrad Concept Link. Es su visión del futuro de la motos de ciudad, eléctricas, hiperconectadas y con una estética arrebatadora.
BMW suele presentar concepts en Villa d’Este, y en esta ocasión, han escogido una moto eléctrica de corte futurista. Pero de un futuro cercano: las soluciones y tecnologías empleadas ya están presentes en la marca, y es un tipo de vehículo perfectamente plausible. Es una moto en la que la forma sigue la función. Es baja y alargada, porque el chasis rodea a las baterías, situadas en posición baja. El asiento es bajo, y es extensible en caso de que dos pasajeros quieran montar. En el interior de la rueda trasera se integra el motor eléctrico, convertiendo un elemento mecánico en elemento de diseño.
Con un aspecto que nos recuerda a películas como Tron o Robocop, y teniendo en cuenta que los años 80 están de moda, puedo entender el atractivo de este prototipo. Varios acentos naranjas, desde el minúsculo parabrisas a los cables eléctricos, pasando por el nombre «Concept Link», ponen un toque de color a una máquina de lo más interesante. Aunque desconocemos la potencia o prestaciones de su motor eléctrico, imaginamos que seguirá los pasos de las BMW C Evolution, con una potencia que le permita disfrutar de unas elevadas prestaciones, combinada con una autonomía de nada menos que 420 kilómetros.
Bajo el asiento hay un hueco portaequipajes, donde cabe perfectamente un casco. La moto tiene detalles interesantes, como una marcha atrás, que se consigue simplemente invirtiendo la polaridad del motor eléctrico – aunque casi nunca es necesaria la marcha atrás en una moto, está bien disponer de ella. Otros detalles a tener en cuenta son su instrumentación completamente digital, un verdadero centro de información, combinado con un Head-Up Display, en el que se proyectan las indicaciones de navegación, la velocidad a la que circulamos, o la carga de la batería. Pero eso no es todo.
Mediante una conexión inalámbrica con nuestro smartphone, o accediendo a la nube, la moto sabrá nuestra agenda, y nos dirigirá a nuestro destino o plantear una ruta alternativa más divertida.