A menudo asociamos la imagen de una berlina de lujo blindada al glamour del VIP que se baja rodeado de flashes para acudir a un evento, o a la comitiva de dirigentes políticos en reuniones de alto nivel. Desde el comienzo de la guerra en 2003, la imagen de un sedán negro a toda velocidad surcando las calles de Kirkuk se convirtió en el preludio de un ataque suicida con un coche bomba (Washington Post). Pero durante el contraataque iniciado el pasado 21 de octubre por el autodenominado Estado Islámico para recuperar el control de Kirkuk, una ciudad estratégica por sus yacimientos petrolíferos, un BMW negro – y su propietario – se convertirían en uno de los héroes de una escaramuza que dejó decenas de heridos y fallecidos, en muchos casos civiles ajenos a la contienda.
Ako Duzi, es un Peshmerga, un combatiente kurdo perteneciente a un pueblo que ha sufrido, como ningún otro, todas las guerras en las que se han visto inmersos los países ocupados por esta minoría étnica desde que finalizase la Primera Guerra Mundial. Al tener conocimiento de los ataques del Estado Islámico en Kirkuk, decidió tomar su coche, un BMW Serie 7 negro de finales de los años ochenta, para acudir a la ciudad a contrarrestar el ataque de las tropas que siembran el terror en la región.
BMW Serie 7
Al llegar a Kirkuk, Ako se encontró con un panorama desolador. En la ciudad había decenas de heridos, en su mayoría civiles, pero la presencia de francotiradores en los edificios impedía cualquier labor de rescate para llegar hasta un hospital y atender sus heridas. Fue entonces cuando Ako puso a prueba la resistencia del blindaje del BMW Serie 7 que había adquirido de segunda, tercera, o cuarta mano, cuatro meses antes.
Según la historia de Ako, cuyo acto de heroísmo fue reconocido estos días por el Gobernador de Kirkuk, su hazaña habría salvado la vida de aproximadamente 70 personas. Durante los ataques del 21 de octubre, el BMW negro se convirtió en la ambulancia improvisada en la que trasladaron a los heridos hasta el hospital (basnews).
Durante el traslado de los heridos, entre calles controladas desde las alturas por los francotiradores, el coche habría recibido más de 50 impactos de bala, que no causaron daños mayores que algunas averías en la mecánica del coche en el transcurso del rescate.
Dicen que, tras conocer la historia, BMW ofreció a este combatiente kurdo un coche nuevo, a cambio de este viejo BMW negro que sirvió durante un día como improvisada ambulancia. Según Ako, BMW quería el coche para inspeccionarlo en Alemania y guardarlo en su colección, intuimos que para mostrarlo como ejemplo de la resistencia de sus coches blindados, pero él habría rechazado la oferta.
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