El Mercedes Clase X es uno de los lanzamientos más curiosos de Mercedes en estos últimos años. Se trata de una pick-up de corte premium, un vehículo de posicionamiento único que estrena nicho de mercado, sin competidor alguno a la vista. Sin embargo, BMW opina que este primer esfuerzo de Stuttgart – este curioso producto que trata de llevar un vehículo de trabajo al segmento premium – solo puede clasificarse cómo «pésimo». ¿Por qué este jarro de agua fría por parte de BMW?
Estas durísimas declaraciones han sido cortesía de Hendrik von Kunheim, máximo directivo responsable de los mercados asiáticos y sudafricano. Básicamente, mercados en los que las pick-up representan una parte importante del mix de mercado. Especialmente en Australia – donde el señor von Kunheim reside desde hace ya más de tres años – donde la Toyota Hilux lleva muchos años siendo el vehículo más vendido. «Esperaba un producto más serio por parte de Mercedes. Tras verlo en vivo, he quedado francamente decepcionado».
«Pueden hacerlo mejor, son capaces de hacer coches fantásticos, pero este coche (el Clase X) ha sido una decepción. Es un producto pésimo». Estas incendiarias declaraciones fueron hechas al medio australiano Motoring, al que también confesó que la calidad de los interiores de la nueva Mercedes Clase X le habían decepcionado. La Mercedes Clase X es un producto desarrollado sobre la base de la Nissan Navara, y es cierto que muchos de sus mandos y controles aún pueden identificarse claramente en la Clase X.
Aunque su diseño exterior ha sido alterado en parte, pensamos que no es un producto de suficiente diferenciación, y a falta de poder subirnos a una unidad para comprobar de primera mano sus calidades, de diseño interior mejorable. El propio Hendrik von Kunheim ha afimrado que BMW ha estudiado el lanzamiento de una pick-up de corte premium, sin aclarar si ese desarrollo ha prosperado o no. Donde es claro como el agua es cuando menciona que en mercados como el australiano hay espacio claro para una pick-up premium.
BMW también opina que lo hay en mercados en los que los SUV representan un 60% o un 70% del total de ventas. De desarrollar una pick-up, algo a lo que Hendrik von Kunheim en absoluto se opondría – y que afirma que apoya en sus reuniones con la directiva – BMW posiblemente la basaría en un X5 o X7.
Fuente: Motoring