Era cuestión de tiempo que otro fabricante de coches se uniera a la moda de los patinetes eléctricos. Estos artilugios de movilidad personal van poco a poco haciéndose ubicuos en las ciudades españolas, pese al creciente número de accidentes y las duras normativas de Madrid o Barcelona. Aunque muchos pertenecen a empresas privadas que los alquilan por minutos, son también populares como medio privado. BMW ha anunciado que al igual que SEAT o Peugeot, comienza a vender su propio patinete eléctrico: tiene una potencia de 150 watios, una autonomía de 12 kilómetros y una velocidad punta de 20 km/h.
He querido jugar con el clásico eslogan de BMW en el título, pero este artículo no debe interpretarse como una burla o una afrenta a la marca bávara. No les podemos culpar de ser una empresa y tratar de maximizar su beneficio. No es un producto que vaya en contra de sus valores tradicionales, es simplemente un accesorio más para sus clientes, como podría ser una chaqueta o un reloj de pulsera. Este patinete, llamado BMW E-Scooter es un buen complemento para estos metros extra que separan el parking de tu coche de tu casa, o para cuando quieres desplazarte rápidamente entre dos puntos sin demasiado desnivel.
Como podéis suponer, BMW no ha inaugurado una línea productiva de patinetes. Ha recurrido, al igual que ha hecho SEAT con Segway, a un fabricante especializado en la producción de patinetes eléctricos. Concretamente a una empresa llamada Micro Mobility Systems AG. Ellos son los que fabrican los E-Scooter, al igual que fabrican los patinetes eléctricos que Peugeot vende. El E-Scooter de BMW pesa nueve kilos, y en su parte inferior y rueda trasera aloja, respectivamente, la batería de iones de litio y el motor eléctrico, cuya potencia máxima es de 150 watios. Es una potencia modesta, incluso para un patinete.
Aunque no puede superar los 20 km/h y su autonomía máxima es de 12 km, se recarga completamente en dos horas, usando un enchufe de pared convencional. En ciertas pendientes puede que te toque sacar el pie y empujar. Al igual que otros modelos, tiene un diseño plegable. Tiene un pequeño amortiguador en la rueda delantera y un faro LED integrado en el manillar, además de un freno frontal dedicado. Su color es mate, y cuenta con el logotipo de BMW justo encima de su rueda. Su precio no es precisamente asequible, como ocurre con los coches de BMW: el E-Scooter de BMW cuesta 799 euros.