El coche que tenéis en vuestras pantallas es un prototipo apodado como «Power BEV», cuya traducción vendría a ser algo como «coche eléctrico potente». Es realmente un BMW Serie 5 que ha sido usado como mula de pruebas para sistemas de propulsión 100% eléctrica, concretamente de la propulsión eléctrica que se encontrará en los BMW iX3, la versión de cero emisiones del BMW X3. Este BMW Serie 5 equipa tres motores eléctricos de quinta generación, y gracias a ellos cuenta con tracción integral permanente, 720 CV y unas prestaciones que dejan el ridículo al meteórico BMW M5.
Este coche nunca entrará en producción, dicho sea de paso, es una simple mula de pruebas. Pero demuestra varias cosas. La primera es que las prestaciones que ofrecen varios motores eléctricos con semejante potencia combinada son apabullantes. De hecho, este coche es capaz de acelerar hasta los 100 km/h en menos de tres segundos – tan rápido como un Lamborghini Aventador SVJ, sin ir más lejos. En las fotos publicadas por BMW se puede ver a la berlina acelerando de forma violenta, con su morro apuntando al cielo. Con todo, a nivel visual, el BMW Serie 5 pasaría por un sencillo 520d de motor diésel.
BMW Serie 5
Este coche también nos demuestra que es posible adaptar tres motores eléctricos a la arquitectura CLAR del BMW Serie 5, además de una batería de alta tensión – de la que no tenemos detalle técnico alguno, dicho sea de paso. Estos motores no habrían robado espacio al habitáculo, que sigue conservando su amplitud de siempre y sus cinco plazas. Además, integran en su propia arquitectura toda la electrónica de control, lo que permite distribuir el par motor entre ambas ruedas del tren trasero de forma casi instantánea, mucho más rápido de lo que lo haría un autoblocante de control electrónico.
Además, estamos hablando de un coche de tracción integral, que cuenta con un sistema de reparto de par entre ejes, de nuevo, formidablemente rápido. Esta mula de pruebas ha permitido la correcta puesta a punto de este grupo motopropulsor de futuro. No solo se trata de crear un coche espectacularmente rápido en línea recta, sino de crear un coche eficaz en su paso por curva – algo imprescindible para BMW, si quiere seguir teniendo «¿te gusta conducir?» como lema corporativo.
La modularidad de estos motores eléctricos permitirá en un futuro crear coches muy diferentes usando una misma estructura. Podríamos hablar de un ligero y vivaz roadster con un solo motor eléctrico en el eje trasero, o un potentísimo SUV de alto rendimiento con tres motores. Las posibilidades son muy amplias, al igual que lo son los retos del futuro del coche eléctrico – pero esa es otra historia.