El BMW Serie 3 de séptima generación ya está a aquí. Se trata de la berlina que en su momento portó con orgullo aquél eslogan de marca, «The Ultimate Driving Machine». Una berlina mediana que sigue teniendo a los Mercedes Clase C y Audi A4 como principales rivales, y que en estos tiempos modernos, necesita una clara diferenciación de su competencia. BMW afirma que este nuevo Serie 3 es más ágil y dinámico que nunca, además de ser más ligero que su predecesor. Sin más dilación, es hora de conocer al nuevo BMW Serie 3 y ver cómo ha cambiado – y si ha cambiado lo suficinte – con respecto a su anterior generación.
1) Más ligero, más ágil, más dinámico
La llegada del Alfa Romeo Giulia al segmento de las berlinas premium supuso un revulsivo importante, aunque no fuera una amenaza directa a nivel de ventas para coches como el BMW Serie 3. No obstante, se ganó a pulso el título de coche más dinámico del segmento. El Serie 3 quiere volver a ser el más dinámico y divertido del segmento D, y lo quiere lograr con varios puntos de mejora. Pese a que es más grande que su predecesor – ahora mide 4,71 metros de longitud – el uso de aluminio y acero de alta resistencia en su construcción reducen su peso en 55 kilos con respecto a los F80.
BMW Serie 3
Su batalla es 41 mm más larga que en el anterior Serie 3, pero quizá un dato más relevante es que su ancho de vías crece en 43 mm en el eje delantero y 21 mm en el trasero. Su distribución de pesos es de 50/50, y la rigidez estructural aumenta un 25% con respecto a la de su predecesor. En cuanto a la puesta a punto, este nuevo Serie 3 disfruta de amortiguadores adaptativos de serie, que ajustan su firmeza de forma continuamente variable en función del estado del firme. Opcionalmente cuenta con una dirección asistida de desmultiplicación variable, así como un autoblocante de control electrónico.
2) Continuista en diseño
Quizá el punto más discutible de todas las novedades del nuevo BMW Serie 3. Su diseño es continuista, poco arriesgado. Su frontal presenta unas ópticas similares a las del BMW Serie 5, con tecnología LED y un diseño algo más marcado. Su capó tiene más nervios que su hermano mayor, con un perfil lateral elegante, con un punto sobrio. En la zaga encontramos unas ópticas LED de diseño cuidado y discretas colas de escape. Los paquetes M Sport incrementan su agresividad visual, con llantas de mayor diámetro, detalles oscurecidos y nuevos paragolpes – el paragolpes delantero resulta demasiado recargado.
3) Instrumentación digital y una «llave digital»
El BMW Serie 3 es un producto mucho más tecnológico que su predecesor. No se ha podido escapar de las tendencias del segmento, y una de ellas es la equipación de una instrumentación completamente digital. Es similar a la que ya hemos visto en los nuevos BMW X5 y BMW Z4. Esta instrumentación es completamente configurable, como no podía ser de otra manera. Otra de las novedades interesantes es la «BMW Digital Key», una llave digital que nos permite desbloquear y arrancar el coche usando sólamente nuestro smartphone – abriendo la puerta a que otros usuarios autorizados puedan usar nuestro coche.
4) Motores del BMW Serie 3: hasta seis cilindros y 340 CV
El BMW Serie 3 se ofrecerá en su lanzamiento con una variada gama de motores de cuatro y seis cilindros, tanto diésel como gasolina. No hay sorpresas en ella: los BMW 318d y 320d compartirán un diésel de cuatro cilindros y dos litros – con potencias de 150 CV y 190 CV – mientras que los 330d tendrán un 3.0 de seis cilindros en línea y 265 CV. En gasolina, la gama arranca en un 320i de 184 CV, continuando por un 330i de 255 CV, rematándose con un M340i de 374 CV y seis cilindros – los 320i y 330i comparten motor turbo de dos litros. Salvo en los diésel y gasolina de acceso, no habrá opción a cajas de cambio manuales.
En un futuro habrá una versión 330e enchufable, con 60 km de autonomía en modo eléctrico y 292 CV de potencia combinada.