El BMW Serie 4 Gran Coupé 2021 de segunda generación acaba de ser presentado. Se trata de la versión de cinco puertas del BMW Serie 4 o una versión más hedonista del BMW Serie 3, según el prisma con el que lo mires. Se presenta con unas dimensiones considerablemente superiores a su primera generación, un diseño que polariza bastante más la opinión del público – teníamos que mencionar su calandra XXL – y una gama de motores que llega de momento a los 374 CV de la versión M440i xDrive tope de gama. Vamos a conocerlo más en detalle, ¿no?
A nivel visual, el BMW Serie 4 Gran Coupé mide 4,78 metros de longitud, 143 mm más que su predecesor, cuya prueba puedes leer en este artículo. Con 1,85 metros de ancho, también crece casi 3 cm en anchura. No obstante, y es patente a la vista, también crece 5 cm en altura, rompiendo la barrera de los 1,50 metros. A nivel visual su altura es patente, y ese efecto queda acrecentado por varios detalles. El primero, su gigantesca calandra frontal y las estructuras verticales de su paragolpes. El segundo, su altísima línea de cintura.
BMW Serie 4
A causa de ella, el coche da la sensación de ser más grande y alto de lo que realmente es. El último punto, y quizá el más obvio, es el diseño de su zaga. Una zaga que nos recuerda en parte a la de un BMW Serie 2 Gran Coupé o a la de un BMW Serie 8 Gran Coupé – aunque sus pilotos traseros sean muy bonitos, está muy cortada a cuchillo, y es más alta y chata de lo que debería ser en un «coupé» más o menos tradicional. En resumen, creo que su predecesor era un coche bastante más elegante, y creo que se sentía más especial, más «coupé».
De hecho, creo que un BMW Serie 3 es a día de hoy un coche más elegante y bonito, bajo mi humilde punto de vista. Valoraciones personales aparte, lo cierto es que objetivamente, es un coche superior a su predecesor. Y es que sus mayores dimensiones no solo consiguen que su maletero crezca hasta los 470 litros – su boca de carga es más ancha y alta – si no que permiten un interior con más espacio para los pasajeros. Y del interior del BMW Serie 4 Gran Coupé no hay queja alguna: es de altísima calidad y presenta tanto un diseño como ergonomía muy cuidados.
Si bien sus exteriores son discutibles, BMW vive un momento dulce en diseño de interiores. No solo está rematado con materiales de alta calidad: sus ajustes son impecables y la digitalización se siente natural, no forzada. Se mantienen mandos físicos para controlar la pantalla central y la climatización, pero se combina con una instrumentación digital y una pantalla de 8,8″ pulgadas para el sistema de infoentretenimiento, en constante conexión a internet y cuajado de servicios en tiempo real de buen carácter práctico.
No hay sorpresas en lo tocante a sus mecánicas, pero sí novedades. La gama arranca con un 420i de gasolina y dos ruedas motrices de 184 CV, un 2.0 TwinPower Turbo de cuatro cilindros. La novedad es el 430i, que empleando la misma configuración mecánica del 420i, desarrolla 245 CV e integra en la culata los colectores de escape, en busca de una mayor eficiencia y menores emisiones, a costa de reducir ligeramente su potencia. La gama de gasolina se completa con un M440i xDrive de 374 CV, un potente seis en línea turboalimentado de tres litros.
Por fortuna, el BMW Serie 4 Gran Coupé no renuncia al diésel, y en su lanzamiento estará disponible en versión 420d con un motor 2.0 turbodiésel de 190 CV. Todos los diésel y el seis cilindros de gasolina son motores semihíbridos, apoyados en un sistema eléctrico de 48 voltios. La tracción total es opcional en el 420d y de serie en los M440i xDrive. Estos últimos, al igual que los 430i de cuatro cilindros, pueden equipar opcionalmente un diferencial autoblocante de control electrónico, siempre que equipen la suspensión adaptativa M Sport.