Vivimos en un mundo en el que disfrutar de internet a gran velocidad desde un dispositivo que cabe en la palma de la mano y que está permanentemente conectado a la red en nuestro bolsillo no es una utopía, sino el pan de cada día. Un mundo en el que los auriculares, y su cablecillo enrollado, se han transformado en una suerte de pinganillo. Es por eso que estábamos tan sorprendidos de que, hasta ahora, para poder utilizar Apple CarPlay en nuestros coches fuera necesario conectar el teléfono móvil con un cable al conector USB del coche. Pero tras la llegada del BMW Serie 5 eso ya se ha acabado. El nuevo BMW Serie 5 estrenará por primera vez su compatibilidad con Apple CarPlay inalámbrico. En otras palabras: en el nuevo BMW será posible disfrutar de la interfaz para equipos de entretenimiento de automóvil de Apple CarPlay en el coche sin necesidad de cables. ¿Por qué hasta ahora seguíamos utilizando el cable? ¿Y por qué ahora por fin podrá utilizarse CarPlay mediante conexión inalámbrica?
¿Por qué hasta ahora seguíamos utilizando el cable con CarPlay?
Apple CarPlay es esencialmente un sistema operativo que podemos manejar desde el equipo de entretenimiento de nuestro coche aprovechando la potencia de nuestro iPhone y las aplicaciones residentes en este teléfono móvil. En esencia, CarPlay trabaja de manera similar a Android Auto, su homólogo de Google. Una de las razones por las cuales Apple se había resistido a facilitar el funcionamiento de CarPlay sin cables era la más obvia, la capacidad de la red Bluetooth que establece la conexión entre el coche y el teléfono móvil, y su estabilidad. Apple no quería que su interfaz para automóviles sufriera cortes o no fuera capaz de transmitir información, como audio en streaming, o la cartografía del navegador, a una velocidad suficiente para que el usuario sintiera que virtualmente estaba manejando las funciones de su teléfono móvil desde la pantalla instalada en el salpicadero de su coche.
BMW Serie 5
Aún existe otra razón tan importante o más que la anterior. La cantidad de información que ha de transmitirse entre el teléfono móvil y el coche no solo requiere una conexión estable y de calidad, sino que también implica un uso intensivo de la red Bluetooth y los datos de nuestro móvil. Y como ya podréis imaginaros eso tiene una consecuencia trágica, la batería de nuestro móvil se agota a un ritmo endiablado.
¿Y por qué ahora por fin podrá utilizarse CarPlay mediante conexión inalámbrica?
Entendemos que Apple ha conseguido optimizar el rendimiento de su sistema, y la transmisión de datos, para conseguir una conexión inalámbrica, vía Bluetooth, lo suficientemente estable como para olvidarse, por fin, de los cables. Apple anunció la llegada de CarPlay hace más de un año (CNET) y hasta entonces, ante la pregunta del millón, los fabricantes insistían en que la imposibilidad de prescindir del cable para utilizar Apple CarPlay o Android Auto venía impuesta por las tecnológicas, por Apple y Google.
Aunque Apple sigue resistiéndose a la carga inductiva, sin cables, probablemente a la espera de que la tecnología esté más desarrollada, es obvio que ese es el futuro que le espera a sus productos. Por otro lado, desde la sexta generación del iPhone en Apple han trabajado con dispositivos, como el iPhone 6 Plus, y sus sucesores, en los que la capacidad de la batería ha crecido significativamente y con ella su duración en espera, y en un uso intenso. Quizás lo suficiente para permitirnos el lujo de viajar en un BMW Serie 5 utilizando Apple CarPlay y sin el engorro, porque es un engorro, de tener que conectar el teléfono móvil mediante un cable USB. Conexión que, en tanto el uso al que sometemos a nuestro teléfono, y en tanto facilita la carga del dispositivo, a menudo implica otros problemas secundarios que hemos experimentado, como que la temperatura de nuestro terminal se eleve más allá de lo que nos parecería prudente.
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