En poco más de tres semanas un servidor estará viajando a la República Checa, para conocer in situ a la nueva generación del Skoda Octavia. La cuarta generación de la berlina checa, para ser más concretos. Un coche que promete ser la referencia en relación calidad-precio del segmento, además de ser espacioso y extremadamente práctico. La actual generación fue lanzada en 2012 y recibió un completo lavado de cara hace más de dos años. A apenas semanas de su premiere oficial, Skoda nos envía las primeras imágenes del nuevo Octavia. Vamos a ver si podemos sacar algo en limpio de ellas.
Cuando Skoda lanzó el lavado de cara del Octavia en 2017, lo acompañó de unas ópticas frontales partidas. Una solución estética que personalmente me gustaba, pero que polarizó enormemente la opinión pública. Algunos incluso dijeron que era un coche demasiado atrevido para Skoda. Aunque no esté de acuerdo con esa afirmación, con el nuevo Octavia la histórica marca checa ha vuelto a un diseño quizá algo más sobrio, con un faro sencillo, de aspecto muy similar al que podemos encontrar en el Skoda Scala. De hecho, su calandra y otros detalles del frontal son muy similares a los de sus últimos lanzamientos.
Skoda Octavia
El perfil del coche sí parece algo más dinámico y musculoso, con una línea de cintura lateral de aspecto emocional. Nos gusta el nervio inferior, que dirige nuestra mirada hacia el paso de rueda trasero. En la zaga encontramos un portón de maletero tradicional, con una óptica LED partida. La óptica tiene un quiebro en su diseño, un guiño dinámico que la separa de otros coches de la marca. El logotipo tradicional de la marca es abandonado a favor de la palabra «Skoda», en grandes letras cromadas, en posición central en el portón trasero. Una moda de diseño que no termina de ser de mi gusto.
El Skoda Octavia estaría articulado sobre una plataforma MQB Evo, una plataforma preparada para la electrificación. Contará con versiones microhíbridas y en un futuro, también debería disponer de una versión híbrida enchufable. También Skoda apostará por tecnologías como el GNC, con el objetivo de reducir las emisiones de dióxido de carbono del coche. El coche debería ser mucho más tecnológico que su predecesor, y con toda seguridad, contará con una instrumentación digital, además de estar siempre conectado a internet – algo que posibilitará una amplia gama de servicios conectados y actualizaciones OTA.
