Todas las industrias mundiales deben hacer un enorme esfuerzo por volverse sostenibles, al menos si queremos evitar los efectos más perniciosos del cambio climático y cumplir los objetivos marcados por el Acuerdo de París. La industria del automóvil tiene menos barreras tecnológicas a la implantación de un modelo de cero emisiones, siendo la generación energética, la aviación comercial o el transporte marítimo algunas de las industrias más complicadas de descarbonizar. Boeing es consciente de ello, y apuesta por los combustibles sintéticos para su futuro.
Estados Unidos ya había tratado de desarrollar biocombustibles y fuel de aviación sintético en el pasado, y algunos proyectos piloto lo habían logrado. La implantación a gran escala aún parecía una utopía, pero con el apoyo del gigante de la aviación afincado en Seattle, parece mucho más cercana. Boeing ha anunciado su participación en SkyNRG America, un consorcio que busca el desarrollo de combustibles de aviación sostenibles y rentables. En este consorcio ya estaba participando Alaska Airlines, en la vertiente de operadores.
El apoyo de Boeing promete ser un revulsivo, con el objetivo último de reducir las emisiones de los aviones a reacción comerciales a corto, medio y largo plazo, según Chris Raymond (jefe de sostenibilidad en Boeing). SkyNRG construirá en la costa oeste de Estados Unidos una nueva planta de producción de combustibles sostenibles, que suministrará a aeropuertos y aerolíneas de toda la zona. La idea tras este biocombustible es que sea neutral a nivel climático: aunque su quema emitirá CO2, ese CO2 habrá sido antes capturado.
Es decir, provendrá de origen vegetal, o provendrá de residuos orgánicos. De hecho, uno de los requisitos de SkyNRG America es la proximidad a una industria que pueda suministrarle estos subproductos de origen vegetal – pensad en grandes productores agrícolas, empresas madereras o similares. Esta planta promete también crear puestos de trabajo permanentes y con futuro. El combustible sintético lleva siendo probado por Boeing desde el año 2008, y su funcionamiento, rendimiento y fiabilidad es idéntico al presentado por el queroseno de aviación.
El primer vuelo comercial de Boeing usando combustible sintético tuvo lugar en 2018 y para el año 2030, toda su flota estará certificada para emplear combustible sostenible al 100%.