Presentamos los nuevos Bollinger B1 y B2. Son dos formatos diferentes para una curiosa mezcla de diseño clásico, pureza 4×4 y exclusividad con propulsión eléctrica. Ambos comparten plataforma y mecánica 100% eléctrica, además de todas sus características técnicas excepto la forma y la longitud, ya que el B2 es mucho más largo y cuenta con una mayor distancia entre ejes, mientras que el B1 no deja de ser un todoterreno compacto para los estándares americanos.
La marca Bollinger
Bollinger pertenece a una nueva generación de marcas de todoterrenos americanos, 100% eléctricos y en este caso fabricados en aluminio para competir contra Tesla y contra el todoterreno tradicional.
• 100% born in the U.S.A.
• 100% eléctrico
• 100% de aluminio
Bollinger apuesta por el lujo austero y el carácter más retro del 4×4 americano combinado con la última generación de baterías y tecnología eléctrica.
Diseño del bollinger B1 y B2
El Bollinger B1 es un todoterreno puro, construido prácticamente con paneles planos al estilo de los antiguos 4×4 de Jeep o Land Rover.
La versión pick-up se llama Bollinger B2 y ambos tienen casi todo en común, salvo las medidas y la forma de la parte trasera ya que el pick-up es mucho más largo y cuenta con una caja abierta donde el SUV lleva un portón trasero de doble hoja.
Interior del Bollinger B1 y B2
El interior, al igual que el resto del coche, es austero y clásico. Hay una gran cantidad de chapa a la vista por todas partes, que hace pensar en un habitáculo con bastante eco. Representa la imagen de un todoterreno puro, de la vieja escuela.
Tanto los relojes como la palanca de cambios en la columna de dirección nos recuerdan a vehículos de los años 50 y 60, al tiempo que están diseñados con exquisito gusto y un sabor genuinamente americano. Los 4 asientos individuales son prácticamente idénticos, siendo un 4 plazas estricto a pesar de su generosa anchura.
El túnel central que atraviesa el coche de punta a punta sirve para transportar objetos de gran longitud, una utilidad dudosa frente a la posibilidad de contar con una quinta plaza, pero esa ha sido la apuesta de Bollinger.
La única concesión al confort en un interior tan sobrio es el aire acondicionado y los asientos calefactados, un enfoque muy sencillo que no encaja nada bien con su abultado precio, como veremos al final.
Los paneles del techo y las puertas se desmontan fácilmente, convirtiéndolo en un esqueleto rodante al estilo Jeep.
El maletero delantero cuenta con 400 litros de capacidad y está comunicado con el habitáculo.
Ese curioso túnel central ya mencionado, que permite cargar grandes largueros abre también una duda para la seguridad de los ocupantes. A priori parece una idea más bien loca llevar ahí un poste o unas vigas en medio de los ocupantes.
El volumen total útil interior en el B1 es de 3,2 m3 incluyendo la cabina y ambos maleteros. En el caso del B2, la caja trasera puede comunicarse con el habitáculo e incluso puede convertirse en un biplaza con un gigantesco espacio de carga posterior semi-cubierto, abandonando el concepto de camión con cabina separada.
Características técnicas
Los Bollinger B1 y B2 comparten todas sus características técnicas, salvo las cotas.
El B1 es un coche muy compacto, con tan solo 4,36 m de longitud. Es como un SEAT Ateca pero con casi 2 metros de ancho sin espejos y 1,85 de alto, así que las proporciones son espectaculares.
El B2 es mucho más largo con 5,27 m, manteniendo la anchura y la altura de su hermano pequeño. Aún así son unas dimensiones contenidas para un pick-up americano.
• 4×4 permanente
• 2 motores
• 614 CV totales
• 900 Nm totales
• 0 – 96 km/h en 4,5 s
• 160 km/h
Con un motor eléctrico por eje y una potencia total superior a los 600 CV con un par máximo de nada menos que 900 Nm. La aceleración de 0 – 96 km/h se produce en 4,5 segundos y la velocidad máxima está autolimitada a 160 km/h para proteger las autonomía, sobre todo teniendo en cuenta su muy desfavorable aerodinámica.
• 120 kWh
• 320 km de autonomía teórica
Cuentan con una batería de 120 kWh que alcanza unos 320 km de autonomía teórica y podría recargarse en 75 minutos con un supercargador de nivel 3.
Tanto el B1 como el B2 son totalmente de aluminio, por lo que su masa en vacío es relativamente contenida: 2.270 kg para cualquiera de los dos.
Capacidades 4×4
Los Bollinger son dos todoterrenos puros, que apelan a un sentimiento casi patriótico heredado de los antiguos Jeep Willys, que representan la gran victoria americana de 1945.
• Ejes pórtico con reductora
• In-board discs
• Ruedas de 33”
• Diferenciales bloqueables
• Altura libre máxima: 508 mm
• Suspensión hidroneumática
• Estabilizadoras desconectables.
Cuentan con elementos tan radicales como los ejes pórtico con reductora, que obligan a instalar los frenos de disco en el chasis, no en las ruedas. Los neumáticos son unos enormes 285/70 R17, con prácticamente 33” de diámetro total.
Los diferenciales delantero y trasero son bloqueables y la distribución de par delante-detrás se realiza dosificando electrónicamente la potencia de cada uno de sus dos motores independientes.
Esos ejes pórtico y los fondos planos generan 381 mm de altura libre al suelo, que pueden subirse hasta unos vertiginosos 508 mm en su posición de máxima elevación o bajar hasta los 254 mm en la posición inferior, gracias a una suspensión hidroneumática autonivelante e independiente a las 4 ruedas. Las barras estabilizadoras son también desconectables delante y detrás.
Sus cotas todoterreno son impresionantes, destacando el B1 con 53º de ataque, 43º de salida y 30º de ángulo ventral, por ser más compacto y disfrutar de una menor distancia entre ejes. Ambos prometen ser máquinas imparables fuera del asfalto.
Precio del Bollinger B1 y B2 125.000 $
El precio del Bollinger B1 o B2 es de 125.000 $ ya es posible reservar un Bollinger en cualquiera de sus dos versiones mediante un depósito reembolsable de 1.000$. La fabricación comienza en la segunda mitad de 2020 y las primeras entregas llegarán en 2021.
La capacidad de producción parece que será limitada al tratarse de un vehículo semi-artesanal. Es un concepto francamente atractivo y el diseño parece soberbio, pero es bastante dinero para un vehículo muy de nicho.
Su prioridad total es el mercado norteamericano, pero existen planes para llegar a Europa en un futuro a medio plazo.
Algunas conclusiones
Bollinger es una de esas marcas que nacen ahora que los coches eléctricos empiezan a ser una realidad y aprovechando el hecho de que construir un eléctrico es sólo un poco más difícil que construir una lavadora, sobre todo si lo comparamos con fabricar un coche térmico partiendo de cero.
Resulta gratificante que muchas de estas marcas se tiren de cabeza al segmento del 4×4 más puro, con vehículos como estos que, sobre el papel, deberían a superar en prestaciones, cotas y capacidad de tracción a cualquier coche conocido hasta el momento.
Dicho esto, hemos de mantener una prudente distancia con una empresa que aún no ha vendido un solo coche y lo que nos presenta es un atractivo, ilusionante y espectacular proyecto cuya viabilidad técnica y comercial está por demostrar. Ojalá que salga bien.