Los coches modernos están plagados de mandos táctiles. Todo comenzó con las pantallas multifunción, asumiendo funciones de navegación y entretenimiento. Con la evolución de las pantallas, la tecnología capacitiva y el abaratamiento de su coste, las pantallas pasaron también a implementar de forma táctil funciones de climatización. La última moda han sido los sliders táctiles y los botones de respuesta háptica o táctil, presentes en volantes, consolas centrales e incluso puertas. Una moda absurda, y sobre todo, muy poco segura.
Los mandos táctiles obligan a apartar la vista de la carretera, al no existir confirmación física de que los hemos pulsado. Algunos coches sí cuentan con una respuesta háptica a la pulsación, pero el mando táctil en sí carece de un contorno, una forma o volumen. Los mandos táctiles son más inseguros que los botones de toda la vida, como varios estudios han demostrado, pero a los departamentos de marketing les encantan porque hacen que el coche parezca mucho más tecnológico. Y es ahora cuando llegamos al caso de Volkswagen.
Una de las marcas que más fuertemente ha apostado por tecnologías táctiles, hasta llegar a extremos poco sanos. El ejemplo más flagrante son los controles deslizantes táctiles para el volumen y temperatura de sus sistemas de infoentretenimientos. Imprecisos, inseguros e incluso sin retroiluminación, impidiendo su visibilidad en la oscuridad. Los hemos cuestionado duramente en multitud de ocasiones, al igual que hemos expresado nuestra disconformidad con los mandos táctiles que han reemplazado a los botones en algunos de sus volantes últimamente.
Estos mandos de volante están rematados en plástico brillante, se ensucian con muchísima facilidad e incluso es sencillo activar funciones de forma accidental. La gran noticia del día es que Volkswagen va a rectificar, e irá gradualmente eliminando de sus vehículos este tipo de controles. No sucederá de la noche a la mañana, y quizá se materialice el cambio durante lavados de cara o actualizaciones, pero el objetivo es devolver a los coches los botones convencionales. El anuncio lo ha hecho oficial Thomas Schäfer, CEO de Volkswagen, en LinkedIn.
En esta red social, ha afirmado que escuchar a sus clientes es primordial, y el cliente quiere mayor simplicidad a la hora de operar sus vehículos. La vuelta de los mandos físicos no solo simplifica el manejo de un vehículo, si no que además, abarata el coste de producción de los volantes, dotados de pequeñas y complejas superficies hápticas. Esperamos, igualmente, que se elimine de la gama ID el conmutador táctil para activar las ventanillas eléctricas traseras, y se vuelva a los cuatro pulsadores tradicionales a los que estábamos acostumbrados.