Cuando Mercedes renovó el incombustible Clase G, se dejó algo fuera de la ecuación. Y ese algo fueron los motores V12, que han dejado de montarse en toda la gama del fabricante alemán, y serán relegados a aplicaciones muy exclusivas y elitistas, como las versiones Maybach. Hoy por hoy no puedes encargar un Mercedes Clase G con motor V12 – hace años existía el impresionante Mercedes G 65 AMG – a la propia Mercedes. Pero si tu cartera es lo suficientemente profunda, siempre puedes acudir a Brabus. Brabus acaba de presentar el G v12 900, un súper Clase G con nada menos que 900 CV de potencia.
Comencemos por las modificaciones mecánicas, que son las que elevarán su precio hasta dimensiones estratosféricas. El motor de este Mercedes Clase G es un V12 biturbo de 6,0 litros, extraído de un Mercedes S 600 L de batalla larga. Este propulsor ha recibido un aumento de cilindrada de 0,3 litros, además de nuevos turbocompresores y cambios profundos en su admisión y línea de escape. El motor desarrollaba 530 CV en su forma original, pero ahora desarrolla la friolera de 900 CV, acompañados de un par motor de 1.500 Nm. No obstante, el par motor ha tenido que ser limitado a «sólo» 1.200 Nm.
Mercedes-Benz Mercedes Clase G
El porqué de esta limitación es salvaguardar su caja de cambios automática, una 9G-Tronic de convertidor de par y nueve relaciones. No sabemos si dicha caja de cambios ha sido convenientemente reforzada, dicho sea de paso. Como podréis suponer, las prestaciones de este Mercedes Clase G hipervitaminado son impresionantes. Pese a tener un peso cercano a las 2,5 toneladas, hace el 0 a 100 km/h en 3,8 segundos – 0,7 segundos más rápido que el Mercedes-AMG G 63 – y alcanza una velocidad punta limitada por electrónica a 280 km/h. Creedme, es una velocidad demasiado alta para cualquier Clase G.
De hecho, de no ser por el trabajo de suspensión y tren de rodaje de este coche, el mero hecho de acercarse a la misma sería terrorífico. La nota de prensa no menciona frenos modificados, pero el tarado de su suspensión ha sido adaptado a su mayor peso y a la mayor potencia de su mecánica. Su suspensión neumática es regulable y deja espacio suficiente para que en los pasos de rueda Brabus instale llantas de hasta 24 pulgadas de diámetro. Dejémoslo claro desde ya mismo: el dinero no compra el buen gusto, y este Brabus G V12 900 es de todo menos elegante. Es tan sutil como un traje amarillo en la ópera.
El kit de carrocería Widestar está trufado en fibra de carbono e incrementa el ancho del coche en 10 centímetros. La entradas de aire del capó, su spoiler trasero, sus tubos de escape laterales… todos ellos gritan «nuevo rico» a los cuatro vientos. Lo mismo ocurre con el interior, tapizado en cuero y Alcantara de altísima calidad – incluso las alfomrbillas son de cuero, aunque parezca mentira – con una combinación blanca y marrón en el caso de esta unidades. No obstante, todo lo que veis es personalizable y los límites solo los marcará lo profundos que sean los bolsillos de su dueño.
Y creedme, tendrán que ser muy profundos. Brabus sólo va a fabricar diez unidades, a un precio unitario que arranca en 605.055 euros. Personalmente, encargaría un Mercedes Clase G con esta mecánica, y una estética totalmente de serie, cuanto más básica mejor. Eso sí sería verdaderamente impresionante.