El fabricante italiano Brembo está celebrando su 60 aniversario. Sesenta años dedicados en cuerpo y alma al mundo del frenado, y han pensado que una gran forma de celebrarlo era presentando un concept. Pero, ¿qué tipo de concept puede presentar un fabricante de frenos? Se llama Brembo G Sessanta y es una pinza de freno con LEDs integrados. Si sois de los del vaso medio lleno, una gran forma de personalizar la estética de un coche o moto. Si sois del vaso medio vacío, quizá lo veáis como una horterada digna de los años de la Maxi Tuning.
En esta vida nada es blanco o negro, todo es más bien gris. Y sin embargo, un servidor cree que estas pinzas de freno ofrecen muchas posibilidades, y podrían abrir una nueva dimensión en el aparentemente sencillo mundo de los frenos. Lo primero que debéis saber es que están orientadas a motos, pero la tecnología podría ser aplicable a un coche, ya que las pinzas de freno tienen un funcionamiento idéntico, variando únicamente en tamaño y potencia de frenado. Su principal innovación está en la integración de tiras de LED en cuerpo de la pinza.
Estas tiras de LED pueden usarse para muchas aplicaciones, y pueden ser controladas tanto por la centralita electrónica de la moto, como por una aplicación para smartphone, vía Bluetooth. Entre las aplicaciones más prácticas y útiles está la de saber mediante un código visual el desgaste de las pastillas de freno, la posibilidad de ser iluminadas en color rojo cuando se accionan los frenos de la motocicleta – más visibilidad y más seguridad para el piloto – o la función de luz de cortesía, capaz de iluminar la zona aledaña a la moto.
El sistema también puede funcionar como defensa ante la posible sustracción de la moto, mediante el bloqueo de las pinzas desde la aplicación del teléfono móvil. También podría ayudarnos a localizar una moto aparcada mediante destellos. En lo tocante a la dimensión estética, abre un mundo de posibilidades a la hora de personalizar la estética de la moto, aunque en este caso, habría que ver si su homologación sería posible – algo me dice que la DGT no vería con buenos ojos luces de colores en plena llanta de las motocicletas.
Otra duda razonable es la fuente de alimentación de estos LEDs, así como los tipos de sensores que el sistema deberá emplear. Recordemos que hasta la fecha, las pinzas de freno son elementos puramente mecánicos, cuyo funcionamiento se basa en un fluido hidráulico presurizado. Pero si algo queda claro, nos guste o no este invento, es que hay un gran margen para la innovación en componentes donde aparentemente «estaba todo inventado».
