No podemos negar que en el mundo de las dos ruedas lo que está de moda actualmente es lo retro, lo vintage o lo café racer, toda esa tendencia que evoca motos de antaño pero con unos toques futuristas a base de luces LED o diseños muy limpios y minimalistas. Siguiendo este movimiento y con todos aquellos que buscan una primera moto para el A2 como objetivo, Brixton ha presentado hace unos meses la Crossfire 500 y la Crossfire 500 X, ambas con la máxima potencia posible para este tipo de usuarios (37 kW), componentes de primeras firmas, y todo por un precio de 5.999 € y 6.299 €, respectivamente, que sin ser los más económico, sí que son bastante interesantes.
Se trata de la primera moto de «alta cilindrada» de Brixton
Empecemos por el punto fuerte de estas Brixton 500, que no es otra cosa que su diseño de tintes neoretro, en el cual destaca especialmente el tanque de gasolina con sus nervaduras en forma de ‘X’ haciendo alusión a esa misma letra del nombre de la marca, y que se integra en el denominado código estilístico «X-Tank». Asimismo, también cuenta con detalles muy vintage, como el tapón del depósito cromado que sobresale del mismo, las llantas de radios o la línea horizontal que perfila su siento con el tanque de gasolina. A ellos de le unen unos guiños que miran hacia el presente, como son las ópticas e intermitentes con tecnología LED o el display LCD retroiluminado para la instrumentación con indicación de marcha engranada. En el plano estético la 500 X se diferencia de la 500 por su carácter más off-road y aventurero, contando con unos neumáticos mixtos Pirelli MT06 más aptos para circular fuera del asfalto, un manillar de mayor anchura y el soporte de la matrícula anclado al asiento, lo que aporta una mayor protección frente a salpicaduras que si estuviese fijado al basculante.
El siguiente gran punto positivo nos lo encontramos en sus componentes, todos ellos de primeras firmas, como lo son los frenos J.Juan con pinzas radiales y ABS Bosch, las suspensiones firmadas por KYB, contando con una horquilla delantera de barras invertidas (algo que no se ve mucho en esta gama), el sistema de escape en acero inoxidable o los neumáticos Pirelli. Respecto su motor, un bicilíndrico de 486 cc en paralelo refrigerado por agua y que desarrolla 35 kW (47,5 CV) de potencia y 43 Nm de par, corre el rumor de que se trata el mismo que usa la Honda CB 500. Sin embargo, conviene aclarar que Brixton asegura que es fruto de 80.000 horas de desarrollo propio y 20 ingenieros que han trabajado durante 24 meses, aunque sí es cierto que es producido en el continente asiático. Por el momento está homologado bajo la Euro 4, y en breve se espera la versión Euro 5.
Por el contrario, no todo son pros y más pros, pues esta Brixton 500 se trata de la primera moto grande realizada por la compañía, lo cual no quiere decir que sea un mal producto, sino que en determinados perfiles puede generar suspicacia, al igual que se fabrique en Asia. Nosotros aún no hemos tenido la suerte de probarla, por lo que no podemos posicionarnos en estos aspectos, pero sí que podemos decir que no se trata precisamente de la moto A2 de toque vintage más barata que puedes comprar.
Entre sus rivales nos encontramos con la Husqvarna 401, la cual tiene un precio de 5.459 € en sus versiones Vitpilen y Svartpilen y con todo el aval de KTM, así como la Benelli Leoncino 500 por 5.999 €, todas ellas por un precio igual o inferior a la Brixton, encontrándonos con la siempre recomendable Ducati Scrambler Sixty2 por 7.790 €, un precio muy superior.
Guías motoristas carnet A2:
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