Hace apenas unos meses que vimos al Bugatti Bolide hacer su debut oficial en versión de producción durante la carrera de las 24 Horas de Le Mans. Aquella vuelta rápida parecía un presagio de este día, pues Bugatti se ha animado a enseñar con todo lujo de detalles su secreto mejor guardado hasta la fecha, un chasis monocasco de fibra de carbono que no sólo emula a los mejores coches de competición, sino que podría sentar las bases para un hipotético desembarco de la marca francesa en las carreras de resistencia… casi nada.
El proyecto Bolide es mucho más que la versión de circuito del Bugatti Chiron, y tanto es así que Bugatti ha puesta a trabajar a todos sus ingenieros para crear la máquina definitiva en este sentido. Si bien la base podría haber sido perfectamente el chasis del Chiron para, a partir de ahí, mejorar todo lo posible enfocándose en el uso en circuito, en Bugatti decidieron de crear un monocasco a medida.
Y hoy conocemos el resultado de semejante trabajo, un chasis monocasco fabricado de forma íntegra en fibra de carbono para un total de 40 unidades. Este chasis y su correspondiente estructura de jaula han sido realizados con el objetivo de cumplir con las exigencias que imponen los reglamentos FIA LMH y LMDH, las categorías reinas en resistencia, lo que se traduce en la capacidad de soportar cargas de 7,5 toneladas en el pilar A sin presentar una deformación superior a los 50 mm o una carga de 12 toneladas sobre el pilar B.
A todo ello se añade una modificación del posicionamiento del motor, desplazando 60 mm hacia delante el monstruoso 8.0 W16 Quad-Turbo de 1.600 CV y 1.600 Nm. Con ello se consigue una mejor integración del propulsor en el monocasco y un mejor reparto del peso, peso que queda fijado en 1.450 Kg (en vacío). Ya en el interior nos encontramos otras mejoras en seguridad como son la integración de baquets con cinturones de 6 puntos de anclaje, estando previstos para el uso de HANS por parte de los conductores. Todo ello cumpliendo igualmente con las regulaciones FIA en tal sentido.
Con esta muestra de poderío a la hora de desarrollar un juguete para multimillonarios, parece que Bugatti quiere no sólo demostrar que va muy en serio con el Bolide y sus prestaciones, sino que en cierto modo parece dejar la puerta abierta a una posible participación en competición. En definitiva, con un coche tan avanzado y capaz, el grueso del trabajo para verlo correr en citas tan relevantes como las 24 Horas de Le Mans ya estaría hecho.