Ver un Bugatti en circuito parecía impensable hasta hace bien poco, sin embargo el cambio de rumbo del fabricante francés se ha centrado en cambiar esa percepción. Con la llegada del nuevo Chiron, poco a poco Bugatti está animándose a conquistar los track days, y para ello nada mejor que crear un coche a medida como es el Bugatti Chiron Pur Sport. Ahora, tras un proceso de desarrollo y puesta a punto que aún sigue adelante, ha llegado la hora de ver en vídeo cómo se las gasta un Bugatti de 1.500 CV en el temido infierno verde.
Mientras que el Bugatti Veyron jamás fue pensado como coche para disfrutar en circuitos repletos de curvas, lo suyo son las líneas rectas para superar los 400 Km/h, con el Chiron la perspectiva ha cambiado y poco a poco Bugatti está demostrando que sus coches son capaces de soportar circuitos como Nürburgring sin que ello suponga un problema. Sí, siguen siendo máquinas cuyos dueños jamás se atreverán a llevar a un track day, pero ahora por lo menos dejan abierta esa puerta.
Para este vídeo, Bugatti no ha tirado de la pompa habitual en sus producciones, sino que ha invitado a Misha Charoudin (Apex Nurburg) a ponerse en el papel de copiloto mientras el mismísimo jefe de desarrollo de Bugatti, Stefan Ellrott, le muestra de lo que es capaz el Chiron Pur Sport. Hablamos de una unidad preserie, pero totalmente funcional, pudiendo conocer a lo largo de este vídeo las claves que hay detrás de esta nueva vuelta de tuerca a la bestia de Bugatti.
Para los que tengan dudas sobre la receta del Chiron Pur Sport, solo hace falta decir que estamos ante un 8.0 W16 Quad-Turbo capaz de desarrollar 1.500 CV de potencia máxima y 1.600 Nm de par. Pero más allá de eso, nos encontramos con un chasis afinado para su desempeño en circuito, con un nuevo limitador del propulsor a 6.900 rpm y una caja de cambios cuyos desarrollos son ahora un 15% más cortos. Además instala un paquete aerodinámico específico y realmente brutal, destacando el nuevo alerón fijo con 1.9 metros de longitud fabricado mediante impresión 3D de titanio. Su fabricación está limitada a 60 unidades, una serie muy especial del Bugatti más deportivo jamás fabricado que tendrá un precio de 3 millones de euros.