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La extravagante o hasta realista idea de Bugatti para sobrevivir a la electrificación: gasolineras en casa en vez de puntos de carga

Los Bugatti no son coches normales. Ni siquiera son Supercars. Son los verdaderos Hypercars. Si bien los más entendidos todavía no se ponen de acuerdo sobre cuál fue el primer Hypercar, no hay duda de que fue de Bugatti, y de que hoy en día siguen siendo la referencia. Por ello, ante la llegada inevitable de la electrificación, podría quedar la duda de qué será de los fantásticos Veyron, Chiron o el nuevo Tourbillon. Y la respuesta podría tener mucho que ver con los coches eléctricos. O algo así.

¿Y el día que todo esté lleno de electrolineras?

Aunque se han conseguido crear coches eléctricos de gran rendimiento, la pureza de los coches con motor de combustión será algo imposible de imitar. Y es innegable que para aquellos dispuestos a gastarse varios millones de euros en un coche no es nada relevante si la gasolina es más o menos cara, o si contamina más o menos, pues al fin y al cabo se trata de una minoría muy exclusiva.

Quizás por esto Mate Rimac, el mandamás actualmente de Bugatti tras la compra de la compañía francesa por parte de la propia Rimac, dejó bien claro que no renunciarán a los motores de combustión, aunque eso suponga tener que enfrentar multas. Ahora bien, el problema ya no es si ellos seguirán desarrollando o no coches con motor de combustión, sino cómo repostarán estos una vez que las gasolineras hayan sido sustituidas por electrolineras.

Vista parcial del motor Bugatti Tourbillon resaltando su complejidad mecánica.

Una solución al estilo de los coches eléctricos

Lo más curioso es que una de las soluciones que planteaba el propio Mate Rimac tiene mucho que ver con los coches eléctricos. Y es que, en cierto modo, actualmente vivimos una situación inversa. Las gasolineras pueden encontrarse a pocos kilómetros de distancia unas de otras, mientras que los puntos de carga no terminan por ser suficientes para la demanda existente.

Si uno quiere tener un coche eléctrica prácticamente necesita de forma obligatoria tener un punto de carga en casa. Y esto mismo es lo que tendría que tener en el futuro el propietario de un Bugatti (o de cualquier otro coche de combustión), una pequeña gasolinera en casa con la que poder repostar. Eso sí, con combustibles sintéticos y menos contaminantes.

De esta forma, aunque desaparecieran todas las gasolineras públicas del mundo, seguiría siendo posible para los propietarios de los coches repostar antes de salir de casa. Y, siendo francos, es bastante probable que por mucho que creciera la cuota de coches eléctricos y se redujera la de coches de combustión, todavía queden lugares donde poder repostar.

Dos Bugatti Tourbillon en plena acción, mostrando su elegante diseño lateral

Una gasolinera en casa

Aunque el planteamiento de Bugatti en voz de Mate Rimac resulta un poco extravagante, lo cierto es que la solución no es tan rara, y puede incluso ser realista. Al fin y al cabo, el comprador de un Bugatti difícilmente tendrá problemas presupuestarios para instalar un punto de repostaje en casa. El propio Rimac dejó caer la posibilidad de que la gasolinera casera viniera incluida junto a la compra del vehículo.

Por otro lado, esta solución ya existe. En países como Arabia Saudí no es raro que los magnates, jeques, y usuarios no tan ricos, cuenten con su propio depósito de combustible para repostar antes de salir de casa.

La distribución de combustible a depósitos privados tampoco es algo lejano. Todavía muchos edificios en España utilizan sistemas de calefacción a base de gasoil que se recargan regularmente por medio de un camión cisterna.

El Bugatti Tourbillon muestra su potencia y diseño aerodinámico en carrera.

Y en las zonas rurales del país es normal que el propietario de las tierras y la maquinaría cuente con su propio depósito de combustible. Si bien es cierto que se trata de gasóleo B, con bonificación en impuestos, y que solo debe utilizarse para maquinaría, la realidad es que a nivel de infraestructura no hay mucha diferencia.

Y más real es todavía que mucho de ese gasóleo es utilizado para el repostaje de los coches de los dueños y empleados de la finca, con el riesgo de sanción que puede conllevar el uso de este.

Así las cosas, no resulta un planteamiento tan extraño, y tampoco especialmente costoso, pudiendo ser hasta una opción planteable para aquellos puristas que dentro de décadas sigamos teniendo afición por los coches con motor de combustión.

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Emmanuel Jiménez

Fan desde los 5 años de conducir y pilotar cualquier cosa que tenga ruedas o vuele, con motor o sin él. Seguir leyendo...

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