Bugatti quiere que el sucesor del Chiron, que será desvelado el próximo mes de junio, sea algo verdaderamente inigualable. Y para ello, utilizará un propulsor diferente del W16 de cuatro turbos del Chiron, en concreto un propulsor V16 con 8,3 litros de cilindrada acompañado por otros tres motores eléctricos desarrollado por Cosworth como ya comentamos tiempo atrás. Un motor del que ya habíamos tenido un teaser el pasado mes de marzo, con unos segundos en los que se puede escuchar al V16 subir de vueltas.
Un motor V16 sumado a tres eléctricos
La suma del V16 con otros tres motores eléctricos tendría como objetivo superar los casi 1.600 caballos de potencia que desata el Chiron – la cuestión es si se acercaría a los 1.914 caballos de potencia del Rimac Nevera eléctrico, siendo ambos de la misma compañía. Las fotos espía conocidas hasta ahora afirman a una silueta aún más agachada que el Chiron al que confina a los museos, siendo el siguiente de una serie de modelos que empezó con aquel Veyron que nos sorprendió a todos a principios de este siglo.
A falta de confirmación oficial, el hecho de que Cosworth sea el escogido para el desarrollo apunta a que se trataría de un motor atmosférico, prescindiendo de turbos que, aunque facilitan la obtención de potencia, ‘acallan’ el sonido del motor y las sensaciones que transmiten. No en vano, Cosworth también se encargó del motor V12 del Aston Martin Valkyrie así como del 3.9 V12 que utilizan tanto el GMA T.50, el sucesor directo del McLaren F1 gestado también por Gordon Murray, como su hermano pequeño, el T.33.
En su ponencia en el Financial Times Future of the Car en Londres (celebrado entre los días 7 y 9 de mayo), el CEO de Bugatti-Rimac Mate Rimac adelantó que el motor en sí mediría hasta un metro de longitud (Autocar). También ha asegurado que se quería buscar algo especialmente emocional, haciendo referencia a una conocida frase del fundador original de la marca Ettore Bugatti «Si es comparable, ya no es Bugatti«.
Como dato de referencia, el último supercoche con motor V16 de producción fue el efímero Cizeta-Moroder V16T que apareció allá por 1991 a raíz de los bocetos originales de lo que se pretendía que fuera el Lamborghini Diablo, antes de que Chrysler ‘suavizara’ las líneas del ya icónico monstruo italiano. Pese a la T de su nombre, también era un coche de motor atmosférico, en su caso sólo tracción trasera y 540 caballos ‘de los de antes’, del cual se hicieron muy pocas unidades en todo el mundo.
Todos los detalles oficiales en junio
Para más detalles sobre el sucesor del Chiron (empezando por el propio nombre de la bestia) habrá que esperar algo más de un mes. En una era donde se ha visto a fabricantes dejar de lado motores de doce o diez cilindros, Bugatti ha decidido apostar por un V16 como elemento claramente diferenciador, dejando claro que los motores de combustión aún no han emitido su última nota de sonido. Sí se confirma que mantendrá la parrilla frontal en forma de herradura así como las líneas de cintura en forma creciente como el Chiron.
