Con 450 unidades del Veyron en circulación y las 500 unidades del Chiron entregadas ya casi en su totalidad, Bugatti ha movido ficha para gestionar su mercado de usados. A través de un programa exclusivo de certificación, el fabricante francés quiere controlar mejor el mercado de Bugattis usados, posibilitando un mayor control sobre la compraventa de estos coches, asegurando el mejor de los mantenimientos y limitando riesgos para los clientes dados los altísimos costes que supone meter en taller a un Bugatti.
Siendo una marca medianamente joven, si valoramos solo su etapa más reciente bajo el control de Volkswagen, y con una producción bastante limitada, Bugatti se adentra de forma oficial en el mercado de los coches usados para garantizar una mejor vida a sus coches y a sus clientes. Presente en la práctica totalidad de marcas de coches, especialmente en las de lujo, los programas de certificación son un valor añadido de gran relevancia a la hora de comprar un automóvil usado de cierto nivel, pues es la marca quien se encarga de garantizar el estado de forma de los coches, revisando de forma minuciosa cada unidad, asegurando el correcto estado y mantenimiento del vehículo y ofreciendo una garantía oficial sobre todo ello.
Y es por ello por lo que Bugatti ha decidido mover ficha en este sentido, poniendo el foco en sus modelos Veyron y Chiron, para asegurar que cada cambio de manos se realizará sin comprometer la fiabilidad, calidad y revalorazación que se espera de estos coches. Si bien este programa supondrá un sobrecoste extra sobre la compra de cualquier Bugatti usado, dadas las cifras en las que se mueven este tipo de coches, no será un problema para los potenciales clientes.
La garantía que ha diseñado Bugatti para este programa de certificación es de un año sin límite de kilometraje para el Chiron, cubriendo todo el coste de mantenimiento y reparación que sea necesario durante ese periodo: piezas, mano de obra, transporte, etc. En el caso del Bugatti Veyron, la firma francesa cubre el mismo periodo, pero limita la garantía a la mecánica y el sistema eléctrico, lo que deja fuera carrocería y pintura. Pero lo más importante de esto es el hecho de que esta garantía tendrá aplicación a nivel mundial, por lo que se mantendrán las coberturas sin importar dónde se venda y después sea comprado el coche.
Además, con este programa Bugatti también pretende rebajar los miedos en tanto al coste de mantenimiento y reparación que existe tras cada uno de sus coches, pues no hay que olvidar que cambiar los neumáticos de un Chiron Pur Sport puede costarte más de 35.000 euros, reemplazar el sistema de frenos supera los 50.000 euros o cambiar el aceite con su respectivo filtro puede conllevar una factura de 21.000 euros.