Aunque los aranceles impuestos por parte de la Unión Europea van a frenar en una medida significativa el crecimiento de los fabricantes chinos en Europa, lo cierto es que para un gigante como BYD detenerse no es una posibilidad. La marca prosigue con sus planes de expansión en Europa marcados por la construcción de una fábrica que se está llevando a cabo en Hungría y con la que pretende abastecer una gran parte de la demanda de sus coches en Europa.
La razón de ser de esta nueva planta BYD es, principalmente, la de ganar agilidad y capacidad de improvisación, y con ello una mayor cuota del mercado europeo, evitando así parte de los aranceles impuestos recientemente.
Según Stella Li, vicepresidenta ejecutiva de BYD, no obstante, se ha confirmado que habrá cierto retraso en el inicio de la producción de esta nueva fábrica, pero a la vez ha arrojado luz sobre los modelos que están destinados a tomar forma en las líneas de ensamblado del emplazamiento: «Empezaremos a producir a finales de 2025. Los dos primeros coches que produciremos serán el Dolphin y el Atto 3», confirmando que en primera instancia los planes de BYD pasan por fortalecer su presencia en los segmentos compactos.
De paso, también ha confirmado en una entrevista con Capital, de la que se ha hecho eco AutoNewsChina, que el siguiente SUV en llegar a las líneas de producción de la marca se llamará BYD Atto 2, revelando con ello parte de su posicionamiento, puesto que por el juego de nomenclaturas empleado debería ser un B-SUV eléctrico situado justo por debajo del BYD Atto 3, situándose así, por tanto, como el SUV eléctrico más aesquible que pondrán a la venta en nuestro mercado.
A buen seguro será un modelo que ya se produce o bien se producirá el China de forma paralela. Entre los modelos que ya se conocen, el candidato que toma mayor fuerza se conoce como BYD Yuan Up.
Imágenes del BYD Atto 2/BYD Yuan Up
Basado sobre la e-Platform 3.0, se trata de un SUV de 4,31 metros de longitud, 1,83 de anchura y 1,68 de altura, con una distancia entre ejes de 2,62 metros, que por concepto, dimensiones y tecnología deberá enfrentarse al recién presentado Toyota Urban Cruiser.
En China el modelo se comercializa en versiones de 95 CV y 32 kWh de batería y 184 CV y 45,1 kWh, dos configuraciones en línea de lo visto en Europa con el BYD Dolphin, aunque como sucedió con el utiltario, cabe esperar cambios para adecuarse de mejor manera a los gustos, necesidades y requerimientos del mercado europeo, entre ellos una batería de capacidad superior. Y es que el Dolphin que se comercializa aquí tiene varios centímetros de longitud más que el que se vende en China dada la normativa de seguridad ante impactos que tiene la UE.
Por otro lado, para acabar, la confirmación de un modelo con la denominación Atto 2 destinado a fabricarse en Europa y la entrada en producción en el Viejo Continete de los Dolphin y Atto 3 implica que todavía falta mucho para que se materialice la llegada del que se espera que se convierta en el coche eléctrico más barato del mercado: el BYD Seagull. Se trata de un cambio de planes lógico en base al comportamiento del mercado y a cómo están trascendiendo los hechos en Europa, ya que la demanda que no acaba de reaccionar ante el lanzamiento de eléctricos de corte más asequible.