Si te gustan los coches y sigues la actualidad de la industria del motor, seguro que ya has escuchado hablar sobre BYD (acrónimo de la expresión inglesa Build Your Dreams o “construye tus sueños” en castellano). Es una marca china de automóviles eléctricos que acaba de desembarcar en Europa y también en España. Su gama está compuesta por cinco modelos: Atto 3, Dolphin, Han, Seal y Tang.
De momento, sólo ha llegado comercialmente, importando los productos que fabrica al otro lado del planeta y vendiéndolos aquí a un precio muy competitivo, ya que es relativamente bajo si se tienen en cuenta unos estándares de calidad, de seguridad, de tecnología y de equipamiento tanto o más elevados que los de la mayoría de “firmas tradicionales”.
Ahora, esta empresa pretende establecer su primera planta industrial en nuestro país para abastecer más de una forma más cómoda y eficiente su demanda en el Viejo Continente, al tiempo que continúa aprendiendo de los gustos occidentales y de las necesidades de sus consumidores en cuanto a movilidad. La compañía necesita alrededor de 100 hectáreas para crear unas instalaciones donde desarrollaría la actividad que, además de los mismos vehículos, estaría fundamentada en el ensamblaje de sus baterías.
Galicia, la región elegida para el que puede ser el inicio de una “invasión”
BYD baraja varias opciones en Europa para ubicar su planta, pero Galicia suena con más fuerza que ninguna. De hecho, una delegación china ya ha presentado su proyecto a la Xunta, que habría recibido la idea con entusiasmo. En concreto, si las negociaciones llegasen a buen término y se cerrase un acuerdo, se haría uso de parte del suelo de la Plataforma Logística Industrial de Salvaterra, en el municipio pontevedrés de As Neves.
Estos terreros, sitos a escasos kilómetros de la frontera portuguesa y a menos de 40 de uno de los puertos marítimos más importantes de la Península, suponen un lugar excelente desde el punto de vista logístico. Pero también en cuanto a la mano de obra, asequible pero altamente cualificada, pues está región tiene mucha experiencia en el sector específico del transporte. Asimismo, dispone de estabilidad jurídica, acceso a subvenciones y presencia de industrias auxiliares de las que BYD podría valerse.
Los gallegos tendrán que esperar a que las conversaciones se resuelvan y a que BYD decida poner allí la que será su explotación manufacturera lejos de China. Se convertiría en la primera factoría europea de una marca con ese origen, comenzando una irrupción técnica y productiva en estas latitudes. Todo un hito que igualmente podría materializarse en Barcelona o algunas zonas de Francia, Alemania, Hungría y Polonia.
Una fábrica más grande que la de Stellantis en Vigo y que arrancaría en 2025
De ganar la candidatura, BYD Galicia se convertiría en la fábrica más grande de esa comunidad autónoma, superando en 300.000 metros cuadrados a la que el grupo Stellantis posee en Vigo. La intención de los asiáticos es construir su primer coche en Europa en 2025, para lo cual sólo quedan dos años. Esto significa que la resolución del que es todo un gigante industrial en BEV está muy cerca.
Más tarde, en 2030, BYD aspira a colocar 800.000 unidades anuales de sus modelos en el Viejo Continente, territorio que actualizará en términos de movilidad eléctrica con una infraestructura de recarga propia que, previsiblemente, podrán usar los vehículos de otras marcas tal y como ya ocurre con la de Tesla. Esta corporación oriental también ha comunicado que su objetivo es obtener una cuota de mercado europea del 10% para automóviles eléctricos.