El fabricante de coches eléctricos BYD, de origen chino, acaba de firmar un acuerdo con Hungría para el futuro establecimiento de su primera fábrica de coches en Europa, que situará en el país de Europa oriental. Este anuncio se produce en un contexto comunitario de aumento del proteccionismo, mientras se ponen sobre la mesa posibles aranceles a los coches eléctricos de origen chino. Las nuevas instalaciones húngaras de BYD permitirán a la marca evitar estas posibles barreras al comercio, produciendo hasta 200.000 eléctricos al año en suelo europeo.
BYD no necesita presentación a estas alturas de la película – ya no es un actor anónimo en el mercado mundial del automóvil. En estos momentos, la empresa de origen Chino es el primer fabricante mundial de coches eléctricos: en 2022 vendió 1,86 millones de unidades, entre eléctricos puros e híbridos enchufables, superando los 1,3 millones de Tesla. En 2023, podría superar a Tesla solo incluyendo en el cómputo los coches eléctricos. Su integración vertical es muy alta, y tanto fabrica como desarrolla sus propias baterías.
De hecho, muchos de los dispositivos móviles que usamos cuentan con tecnología BYD en sus baterías. La marca fue una de las pocas firmas chinas agraciadas, en sus etapas iniciales, por una fuerte inversión de capital del fondo de Warren Buffett. BYD, por cierto, ya cuenta con una fábrica en Europa, aunque sea un tanto desconocida. Se sitúa también en Hungría, en la localidad de Komarom, y desde 2018, fabrica autobuses eléctricos para el mercado europeo. La fábrica de coches eléctricos, no obstante, será mucho mayor en producción y ambición.
La fábrica de coches eléctricos de BYD se situará en Szeged, una localidad al sur del país, que ya es considerado uno de los centros europeos de fabricación de vehículos. De hecho, cuenta con varias fábricas de coches de marcas como Audi o Mercedes. La fábrica de BYD será de última generación, y es la primera que un fabricante chino establece en Europa. Según el NY Times, la fábrica tardará entre dos y tres años en construirse, y a pleno rendimiento, será capaz de producir 200.000 coches anuales.
El anuncio se produjo después de un largo periodo de cortejo entre el gobierno de Hungría y BYD, incluyendo una visita del propio Viktor Orban a Shenzen, a la sede de la marca china. Por el momento, no se han detallado las facilidades que Hungría ha otorgado a BYD, ni los posibles efectos sobre el empleo comunitario. BYD afirma que esta fabrica es un gran paso adelante para su expansión internacional y un avance en el intercambio tecnológico entre los dos países. BYD es una de las marcas que más ambiciones económicas tienen en nuestro mercado.
En el Salón de Munich se presentó con nada menos que siete vehículos eléctricos, y continúa anunciando nuevos lanzamientos de forma recurrente. Entre sus productos estrella está la berlina eléctrica BYD Seal, el compacto eléctrico de bajo coste BYD Dolphin y el interesante crossover eléctrico BYD Seal U. La entrada de BYD en el corazón de Europa añade presión a los fabricantes europeos de coches eléctricos, a los que está resultando francamente difícil producir productos de precio aquilatado que despeguen comercialmente.