Si yo fuera rico, me permitiría todos los caprichos del mundo, siempre que estuvieran relacionados con el mundo del motor. Quizá uno de esos caprichos fuera la cafetera de Super Veloce que tenéis en vuestras pantallas. Una cafetera bautizada como RS Black Edition y que rinde homenaje a los últimos Porsche 911 de la generación 993 usados en competición a finales de los años noventa. Una cafetera cuyo precio de 10.200 euros lo pone al alcance solo de los más caprichosos, siempre que sean tan aficionados al café como a los coches, claro está.
Su precio es superior al de un Dacia Sandero a estrenar y se me ocurren muchos coches de segunda mano que comprar por lo que cuesta esta «simple» cafetera. Podríamos pensar que el precio de esta máquina no es tan elevado si hablamos de una máquina profesional de espresso, o de una cafetera de hostelería. Sin embargo, el oscuro secreto de la Super Veloce RS Black Edition es que es una cafetera de cápsulas. Una cafetera tipo Nespresso, hablando en plata. Una cafetera inferior a una verdadera cafetera de alta presión, diseñada para los más sibaritas del café.
Sea como fuere, centrándonos en el «aparato» en sí, Super Veloce justifica su elevadísimo precio en su exclusividad, los materiales empleados en su construcción y su tirada limitada. Solo 993 unidades serán fabricadas de forma artesanal, y en su construcción se emplea acero inoxidable quirúrgico, fibra de carbono o titanio. El diseño de la propia máquina imita la forma de un propulsor bóxer de seis cilindros, en el que destaca el ventilador de la refrigeración por aire, las «trompetas» de la admisión, las culatas e incluso los tubos de escape.
El aparato en sí mide 38 cm de largo, 42 cm de ancho y 34 cm de alto. Pesa 21,5 kilos y está alimentado por una toma de corriente convencional de hasta 240 voltios. Es una cafetera muy similar a la «Flat Six» de la propia marca, con un acabado más plateado y un diseño ligeramente más clásico, pero idéntica inspiración. El precio de la «Flat Six» es de 9.398 euros, apenas 800 euros menos que la «RS Black Edition». Lo dicho, un capricho para el que ya tiene todo en la vida, y quiere que su café le recuerde al Porsche 993 que duerme en su garaje.
Fuente: autoevolution