El refranero castellano, y su infinita sabiduría, tienen respuesta a muchas de las situaciones que nos encontramos en la vida. Y el refrán «no hay mal que por bien no venga» es perfectamente aplicable a la reducción del 12% de las emisiones de CO2 en los coches matriculados en Europa en 2020. Porque pese a la popularidad de los SUV y el miedo al diésel, el auge de los híbridos enchufables y los eléctricos ha hecho que se rompa la tendencia ascendente en las emisiones de dióxido de carbono de los coches vendidos en Europa. Y eso, es positivo.
Es positivo porque es un paso más en la lucha contra la emergencia climática y es positivo porque acerca a las marcas a los objetivos de emisiones medias que les ha marcado la Unión Europea. Cuanto más cerca estén de su objetivo de emisiones medias de flota, menos multas tendrán que pagar a la Unión Europea, y no tendrán la obligación de repercutir a los clientes un precio más elevado. Una victoria pírrica quizá, ya que la tecnología de los híbridos enchufables y coches eléctricos es necesariamente más cara que la de los coches convencionales.
De hecho, aunque las marcas consigan evitar las sanciones europeas por excederse en sus emisiones medias, el precio de los coches seguirá encareciéndose – se estima que para 2026 los coches térmicos costarán tanto como los coches eléctricos a causa de la creciente complejidad de sus sistemas anticontaminación. Volviendo a los datos puros y duros, en 2019, las emisiones medias de CO2 de los coches vendidos en Europa fueron de 121,6 g/km. Medidas según el ciclo NEDC, venían en claro aumento desde los 117,7 g/km registrados en 2017.
La pujanza de los SUV y la aversión al diésel eran los claros culpables de esta situación. De no haber sido por el espectacular aumento en las ventas de híbridos enchufables y coches eléctricos – aunque no exista aún una demanda real por parte del mercado, estamos abocados a su tecnología – las emisiones habrían seguido una tendencia ascendente. Con todo, las emisiones medias de los coches vendidos en Europa en 2020 han descendido hasta los 106,7 g/km. Esta cifra es una cifra correlacionada NEDC, para poder compararla con la de años anteriores.
A nivel agregado europeo, han sido los SUV los que más han visto reducidas sus emisiones, con un mayor mix de ventas de híbridos enchufables y eléctricos. Sus emisiones han caído en promedio 16,2 g/km entre 2020 y 2019, algo lógico, teniendo en cuenta su mayor margen de mejora y un precio medio que soporta mejor – para su público objetivo – que un coche del segmento B o C la electrificación. Con todo, los SUV siguen teniendo unas emisiones un 18% superiores a los coches tradicionales, y siguen siendo un lastre para la lucha contra el cambio climático.
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Fuente: JATO Dynamics