El pasado lunes un manto de polvo en suspensión del Sáhara llegó a la Península y a las Islas Baleares: desde ese momento y, previsiblemente, hasta este jueves nuestro país vive varias jornadas de calima.
Si has circulado estos días con tu vehículo o está aparcado en la calle, habrás notado los efectos de esta situación y no te quedará más remedio que lavarlo. Una tarea que no debes retrasar puesto que circular con el coche (excesivamente) sucio puede salir caro.
La razón es sencilla: los agentes te pueden multar en virtud de lo estipulado en el Real Decreto 1428/2003 de 21 de noviembre por el que se aprobó el Reglamento General de Circulación. Su Artículo 19.1 dice lo siguiente: “La superficie acristalada del vehículo deberá permitir, en todo caso, la visibilidad diáfana del conductor sobre toda la vía por la que circule sin interferencias de láminas o adhesivos”. Esa “visibilidad diáfana” es clave para circular con seguridad y por este motivo, las sanciones relacionadas con el nivel de suciedad se central en los cristales, faros y matrícula.
Multas e inmovilización del coche
Hay que tener en cuenta que el 90% de la información que recibimos cuando estamos al volante llega a través de los cristales y que, además, su estado puede interferir en el correcto funcionamiento de algunos sistemas de seguridad ADAS: sus cámaras suelen estar ubicadas detrás de la luna delantera. El estado de la luna delantera y trasera, por tanto, afectan a la conducción y el de la matrícula a la identificación del vehículo.
Si los efectos de la calima nos impiden ver correctamente o dificultan la lectura de la placa seremos sancionados con cuantías que oscilan entre los 80 y los 200 euros… sin olvidar que existe la posibilidad de que nos inmovilicen el coche.
Cristales sucios: 80-200 euros
Si la calima ha provocado que la luna delantera y la trasera estén tan sucias como para impedir una correcta visión, la multa será de 80 euros. No obstante, si los agentes consideran que la seguridad vial está comprometida se transformará en una infracción grave y la cuantía aumentará hasta los 200 euros. A esto hay que sumar la correspondiente sanción si el estado del limpiaparabrisas es deficiente o no funciona: en este casi también se castigaría con 80 euros.
Inmovilización del coche
Si, tal y como refleja el Artículo 84 de la Ley de Seguridad Vial, el vehículo presenta “deficiencias que constituyan un riesgo especialmente grave para la seguridad vial” porque las superficies acristaladas están extremadamente sucias, las autoridades podrían llegar a inmovilizar el coche.
Matrícula sucia
La matrícula de un vehículo es como su DNI: sirve para ser identificado por los agentes o por cualquier dispositivo electrónico de Tráfico. Si la suciedad procedente de la calima (o de cualquier otro elemento) impide leer sus números y letras estaremos cometiendo una infracción grave que está penada con una sanción económica de 200 euros sin pérdida de puntos en el carnet de conducir.
Imágenes: Ayuntamiento de Madrid / Protección Civil de Madrid