Pagani ha elevado el automóvil a la categoría de arte. No solo sus coches son máquinas tremendamente rápidas y dinámicas, si no que están construidas con tal mimo, con materiales tan nobles y con tanta atención al detalle, que apenas pueden ser juzgadas bajo el prisma con el que juzgamos al resto de coches. En unos días conoceremos su nueva creación, pero antes de ello queremos contaros que la marca se ha embarcado en un proyecto muy diferente. La última aventura analógica de Pagani no es, ni de lejos, la que tienes en mente.
No hablamos de motores atmosféricos o cajas de cambio manuales, si no de una cámara analógica de gran formato. Como amante de la fotografía analógica, he de reconocer que el gran formato es una vertiente realmente específica y anacrónica de la fotografía en película. En vez de emplearse carretes de película, como ocurre en los formatos de 35 mm y el medio formato (120), se emplean láminas fotosensibles de grandes dimensiones. En verdad es el mismo principio que el de cualquier película fotográfica, pero a una escala muy superior.
Con esta mayor escala – la cámara de Pagani es capaz de aceptar papel fotográfico de hasta 20×24 pulgadas – se logra un detalle muy superior, pero aumenta de forma exponencial el coste de la película, y además, es necesaria una técnica impecable para sacar el máximo partido a las exposiciones. Personalmente, no me atrevo aun con el gran formato, cuyos orígenes son tan antiguos como los de la fotografía. Existen algunos fabricantes de cámaras de gran formato, y posiblemente Gibellini es el más reputado entre los que aun existen.
Es con la empresa italiana Gibellini con la que Horacio Pagani ha establecido una colaboración personal. A Horacio le regalaron una cámara de la marca y quedó prendado de su funcionamiento y su calidad de construcción. La cámara que Gibellini y Pagani han desarrollado tiene su lente y componentes internos suministrados por el especialista en cámaras, mientras que Pagani ha diseñado y construido el trípode, sus bolsas de transporte y los mandos de ajuste, además de elegido los materiales de su carcasa o el fuelle. Es en estos detalles donde se puede ver claramente la mano de Horacio.
Para Horacio Pagani la fotografía analógica es un arte en sí misma, alejada de la inmediatez y el poco valor de las fotos que hacemos a diario con nuestros teléfonos móviles. «No es sólo hacer una foto, es experimentar una emoción», en sus propias palabras. El precio de esta cámara no ha sido anunciado, pero no será barata y solo se puede encargar en los concesionarios de Pagani. El precio de la Gibellini-Pagani GP810HP no ha sido anunciado.