Convertir en submarcas denominaciones históricas y sobradamente reconocidas por el gran público está de moda. Cada vez más fabricantes quieren aprovechar el potencial de tener una submarca en su gama y el caso de Ford con el Mustang Mach-E es un claro ejemplo de que esta estrategia funciona. General Motors no quiere perder el salto, motivo por el que tras conseguir un triunfal relanzamiento de Hummer, ya está trabajando en convertir las denominaciones Camaro y Escalade en marcas independientes con gamas de coches específicas y claramente diferenciadas del resto de modelos del grupo.
Si bien Ford no ha sido la primera en convertir un nombre histórico como el de Mustang en una submarca, lo cierto es que su caso de éxito basado en el Mach-E es el que ha motivado a más fabricantes a seguir sus pasos. Esta estrategia permite a los fabricantes de coches ofrecer modelos con una identidad de marca diferente, lo que significa poder ligar esos automóviles a diseños propios, carrocerías específicas y nuevos estándares en tanto a calidad, equipamiento y, por supuesto, precio.
Chevrolet Camaro
En General Motors tomaron buena nota del potencial de esta estrategia y así es como decidieron revivir la marca Hummer, ahora reconvertida en constructor de coches eléctricos, pero bajo el amparo de GMC en todo cuanto ello supone: red comercial, postventa, etc. Y ahora, además de un practicamente seguro futuro independiente para Corvette, también se señala una gama donde haya espacio para que Camaro y Escalade comiencen un camino de forma independiente.
En el caso de Camaro, la mítica denominación fruto del modelo Chevrolet Camaro, todo apunta a un futuro que podría ser bastante similar al del Ford Mustang Mach-E. El segmento de los Muscle Car está condenado a reinventarse y es por ello por lo que en General Motors ya tienen sobre la mesa varias ideas para que el nombre Camaro pueda sobrevivir a la electrificación. Si bien Ford ha apostado por mantener con vida al Mustang convencional a través de un rediseño, pero al mismo tiempo lanzar un SUV eléctrico, Dodge ha cogido el camino más corto y arriesgado lanzándose a la creación de un Dodge Charger Daytona completamente eléctrico. Para Camaro el futuro podría estar en un crossover eléctrico de diseño muy deportivo y cuatro puertas, completándose con diferentes variantes coupé y cabrio en el largo plazo.
En el caso de Escalade, General Motors pretende acometer un plan muy ambicioso que en cierto modo nos recuerda al realizado por Jeep con los nuevos Wagoneer. SUV de lujo de referencia dentro del mercado americano, el Cadillac Escalade quiere emprender su camino en solitario, lo que permitiría a GM ofrecer un salto cualitativo en este modelo para así posicionarlo frente a coches como el Bentley Bentayga o el Rolls-Royce Cullinan. Cadillac pretende subir un peldaño en posicionamiento como bien ha demostrado el exclusivo Celestiq y Escalade seguirá los mismos pasos pero haciendo uso de carrocerías de tipo SUV.
Fuente: Car & Driver