Por si no había suficiente con las disputas de aranceles entre Bruselas y China, las cuales continuarán con su toma y daca hasta noviembre que se fijen las condiciones para los cinco años siguientes, ahora también entra en juego otro actor: Canadá. En línea con la administración Biden, el gobierno liderado por Justin Trudeau ha elevado de manera notable los impuestos a coches eléctricos que procedan de China, así como a productos como el acero o el aluminio, materiales notablemente importantes para la construcción.
Impuesto del 100% a coches eléctricos procedentes de China y del 25% al acero y aluminio
El pasado lunes 26 de agosto Trudeau anunciaba medidas que afectaban de manera indiferente a todos los coches que procedan de China. El impuesto en este caso es del 100%, similar a la maniobra de su homólogo norteamericano, mientras que en el caso del acero y del aluminio será del 25%. Trudeau respondía de la siguiente manera a los medios: «Creo que todos sabemos que China no juega con las mismas reglas«.
Esta noticia viene después de un gran aumento del influjo de vehículos importados a Canadá desde China. Sólo en el puerto de Vancouver se registraron 44.356 vehículos procedentes de China en 2023, un aumento del 460% con respecto al año anterior (Reuters). Estas nuevas medidas entrarán en vigor a partir del 1 de octubre.
«Lo importante de todo esto es que lo estamos haciendo en la misma línea y en paralelo a otras economías por todo el mundo«, añadió Trudeau, refiriéndose a situaciones similares con China tanto en Estados Unidos como en la Unión Europea. China, por su parte, considera que este acto proteccionista de Canadá se ha realizado ignorando las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Al afectar a todos los coches que procedan de China, golpea directamente también a Tesla, quienes fabrican precisamente en su gigafactoría de Shanghái el Model 3 para el mundo, así como variantes del Model Y. Desde Morningstar, creen que Tesla dejará de importar estos modelos desde China para enviarlos a Canadá desde Estados Unidos. Una medida que afectará de manera directa a los usuarios de Tesla.