Tenemos malas noticias, queridos petrolheads. En conversaciones de Ford con la publicación francesa Caradisiac, Ford ha confirmado que el desarrollo del Focus RS de cuarta generación se ha cancelado. La marca queda huérfana de las siglas RS, míticas siglas que han acompañado a sus modelos más prestacionales desde la década de los años sesenta. En este artículo vamos a tratar de ver los posibles motivos que han llevado a la marca americana a suspender el desarrollo de uno de los compactos deportivos, basado en el nuevo Ford Focus, más esperados de los últimos años.
En primer lugar, tomemos con una pizca de sal las declaraciones de Ford a Caradisiac, aunque posiblemente sean muy ciertas. El actual clima económico no favorece lanzamientos como este, pero una mejora (y euforia) repentina podría hacer reconsiderar ciertas decisiones. Sea como fuere, asumamos que no habrá un Ford Focus más deportivo que la versión ST. Lo cierto es que superar a la tercera generación del Ford Focus RS no era sencillo. Equipaba un fantástico sistema de tracción total inteligente, asociado a un motor explosivo 2.3 EcoBoost de 350 CV.
Era un compacto divertido como pocos, ágil como pocos y con más carácter que la mayoría. Uno de los coches que más me han gustado de todos los que he probado durante la última década. Un coche inmensamente popular y pese a tener un precio alto, daba muchísimo a cambio. El actual Ford Focus ST es un buen compacto deportivo y su motor de 280 CV, su autoblocante y su comportamiento prometen convertirlo en una gran alternativa a sus rivales. Pero no es un RS. ¿Por qué entonces Ford ha decidido suspender el desarrollo de este coche?
En primer lugar, porque su desarrollo era muy costoso. Su cuarta generación habría rondado los 400 CV y además de tracción integral, se daba por hecho que habría necesitado de la hibridación para mantener a raya sus emisiones. Estas emisiones son sin duda uno de los principales quebraderos de cabeza para muchas marcas: el límite de 95 g/km de CO2 de emisiones medias de flota se ha llevado por delante a muchos coches interesantes. Las enormes multas que las marcas afrontan o los carísimos desarrollos para doblegarlas a nivel de emisiones hacen que las cuentas no salgan.
No tiene sentido sacar un Ford Focus RS híbrido y de bajas emisiones si en el concesionario cuesta más de 60.000 euros. Una marca generalista no se lo puede permitir. Por último, no podemos obviar el actual clima económico. Tras la irrupción del coronavirus el miedo a una recesión es real, y un compacto deportivo es la última de nuestras prioridades si vemos nuestro trabajo o modo de vida peligrar ante una caída de nuestros ingresos. Triste, pero cierto. 2020 vuelve a demostrarnos que estamos viviendo en la línea temporal más oscura de todas las posibles.
Galería de fotos del actual Ford Focus RS