El debate sobre los peajes en las autovías y autopistas españolas sigue al rojo vivo, especialmente ahora que se avecina el vencimiento de varias concesiones con la promesa del Gobierno de que serán liberadas. Son varias las veces que el ejecutivo ha subrayado la intención de erradicar los peajes tras el fin de las concesiones, sin embargo ahora se abre un nuevo frente con la idea de introducir un canon por uso de autopistas y autovías para sufragar los costes de su mantenimiento.
No es ninguna sorpresa que este Gobierno y sus antecesores tienen sobre la mesa la búsqueda de un nuevo modelo de financiación para la red viaria. Las concesiones de autopistas y su explotación ha sido un formato no solo muy rentable para el sector privado, sino también interesante para las arcas públicas. Sin embargo la polémica siempre ha rodeado estos acuerdos en tanto a los plazos de amortización, los precios fijados para los peajes y la muchas veces deficiente gestión de esas carreteras por parte de las concesionarias. Ante este panorma el Gobierno prometió no renovar más concesiones de autopistas una vez finalicen los contratos de explotación. Próximamente serán liberadas la AP-1 (Burgos-Armiñón), la AP-7 (Tarragona-Alicante) o la AP-4 (Sevilla-Cadiz).
Con la eliminación de los peajes las autopistas vuelven a ser de uso público y «gratuito», sin embargo ayer mismo el ministro de fomento, José Luis Ábalos, encendía una nueva mecha en este asunto al debatir sobre el modelo de financiación de autopistas y autovías en tanto al mantenimiento. Ábalos reafirmaba el compromiso del ejecutivo con la eliminación de los peajes, sin embargo de forma paralela señalaba la necesidad de encontrar un modelo sostenible para sufragar los costes de una red viaria que no para de crecer (20.000 Km en la actualidad) y que supone 11.000 millones de euros de gasto anualmente.
Ábalos entonces señaló la posibilidad de introducir un canon de uso en autopistas y autovías, un modelo de financiación que buscaría igualar el transporte por carretera al empleado en el transporte aéreo o marítimo donde ya existen este tipo de tasas. A través de este canon por uso se buscaría introducir una tasa directamente repercutida al usuario, aunque subrayando la intención de realizar un especial énfasis en sectores clave como el transporte de mercancías y el turismo debido al uso y mayor degradación que realizan de la red viaria.
Por el momento este canon por uso parece no ser nada más allá de un globo sonda, sin embargo todo apunta a que la eliminación de los peajes tarde o temprano traerá consigo algún tipo de tasa, canon o impuesto destinado a sufragar el coste de mantenimiento de las carreteras más allá de las partidas presupuestarias destinadas a tal fin. Al mismo tiempo, la patronal de grandes constructoras y concesionarias Seopan, vuelve a hacer presión para no solo no eliminar los peajes, sino expandir su uso al resto de autovías y autopistas con la promesa de una recaudación de hasta 110.000 millones de euros al año. La polémica está servida.
