En el mundo ideal de cualquier aficionado al mundo del automóvil, el garaje es la mayor estancia de la casa y está repleto de coches. Quien más, quien menos, todos hemos soñado alguna vez con ir al garaje y sacar a pasear alguno de los deportivos que allí descansan. En la vida real, la que sucede cuando dejamos de soñar con ese enorme garaje lleno de coches, pocos tienen la oportunidad de realizar algo así. Y es que si mantener un coche suele ser caro… ¿Alguna vez os habéis preguntado cuánto cuesta mantener un deportivo exótico como un Aston Martin? ¿Sabéis cuál es el precio de usar a diario un V8 Vantage? Ya os adelanto que no es nada barato.
Por lo general, mantener un coche -cualquiera- es caro: combustible, póliza de seguros, consumibles (aceite, neumáticos y demás componentes sometidos a desgaste), impuestos de circulación, depreciación… Unos parámetros que se incrementan si hablamos de deportivos exóticos y superdeportivos. En estos últimos, con motores enormes y potentes, el consumo de combustible es mucho más elevado que en un cotidiano SEAT León; sus neumáticos son gomas de tamaño extraordinario -a veces exclusivos de un modelo concreto- que además se desgastan más rápido debido a la potencia que tienen que digerir (y al estilo de conducción más agresivo que suele realizarse con estos coches); la factura de cualquier reparación o revisión ordinaria tiene más dígitos de lo que el ciudadano medio está acostumbrado a pagar por el SUV de moda, y así hasta un largo etcétera…
El bloguero y youtuber Doug DeMuro se compró hace unos meses un Aston Martin V8 Vantage de segunda mano. A través de su canal de YouTube y su sección en Autotrader nos ha ido narrando sus experiencias cotidianas a bordo del Vantage: desde sus aventuras en un lago helado hasta los problemas de ir a hacer la compra con él, pasando por sus viajes de más de 1500, 3000 e incluso uno de 9600 kilómetros a través de diecinueve estados de Estados Unidos o los datos más curiosos del coche.
Doug DeMuro ha disfrutado del coche -le ha hecho 28 163 kilómetros durante diez meses-, conduciéndolo a diario y ahora lo ha vendido. Y ha decidido también publicar los gastos que le ha supuesto mantenerlo.
Depreciación
Es el primer punto en el que incide DeMuro: en un deportivo exótico como es un Aston Martin, recorrer más de 28 000 kilómetros en tan corto período de tiempo es muy poco frecuente. En el caso de Doug, compró el Vantage por 46 000 dólares y lo ha vendido diez meses después, con 95 470 kilómetros en el odómetro, por 36 000 dólares. Un ritmo de depreciación de mil dólares al mes (unos 900€ al cambio actual). Aunque es difícil encontrar un ejemplar con tal cantidad de kilómetros, un Vantage con una cifra similar en el odómetro se mueve en torno a los 50 000 euros en España, pero Doug está contento con la venta, pues en Estados Unidos por 50 000 dólares puedes comprar un V8 Vantage con apenas treinta mil kilómetros.
Reparaciones y mantenimiento
Doug compró junto con el coche una garantía extra por 3000 dólares que, al final, ha amortizado. Durante el tiempo que ha tenido el coche ha tenido que reparar un termostato ($738), los puntales que mantienen la puerta abierta ($320) y una reparación del motor (un V8 atmosférico de 4.3 litros y 385 CV) que costó 4409 dólares. Gracias a la garantía que contrató DeMuro, el coste de las reparaciones fue de 0 dólares; de no haberla tenido, el montante de las reparaciones ascendería a 5467 dólares, casi cinco mil euros al cambio actual.
Lo que no cubría la garantía era el mantenimiento corriente. Nada más comprar el coche, DeMuro acordó con el vendedor reemplazar el embrague del Vantage, que era aún el original con nueve años y 66 000 kilómetros de antigüedad, pagando la factura a medias. El precio de cambiar el embrague es de 5000 dólares (4500€), de los cuales DeMuro pagó 2500.
El servicio anual le costó a DeMuro $1445 (1300 euros) en el servicio oficial de la marca y la sustitución de las pastillas de freno delanteras, $1222.99 (1180 euros). El cambio de tres neumáticos a lo largo de estos diez meses le ha supuesto 1200 dólares (casi 1100 euros), a razón de 400 dólares cada uno. En total, 6369 dólares a los que hay que sumar los tres mil de la garantía: unos 9400 dólares -8500 euros- para mantener en circulación un V8 Vantage algo menos de un año. Una cifra que hubiese aumentado hasta los 10 700 euros de no haber tenido la garantía. Si bien los neumáticos y el servicio anual son costes relativamente frecuentes, el embrague puede durar alrededor de una década y las pastillas de freno otro tanto. Pero si te toca cambiarlos, debes preparar la cartera…
Otros gastos
Doug DeMuro tuvo que pagar una tasa local (Filadelfia) del 8% de impuestos a la venta de coches en el momento en que adquirió el vehículo, a lo que hay que sumar la tasa de registro y matriculación a su nombre. En total: 4008 dólares, unos 3600 euros al cambio.
Curiosamente, lo que no incluye Doug en los gastos es la factura de la aseguradora: ha mantenido el Aston Martin en su compañía aseguradora de siempre y dice que el precio de la póliza era el mismo que con sus otros coches. Por tanto, y al ser un gasto regular similar a un coche medio, no lo incluye en esta lista.
¿Montante total de mantener un Aston Martin V8 Vantage conduciéndolo a diario? Si sumamos la depreciación ($10 000), los impuestos ($4000), la garantía ($3000) y el mantenimiento ($6300), tenemos una suma total de $23 000. O lo que es lo mismo: 20 800 euros en algo menos de un año. Un precio que, de no haber tenido la garantía, habría sido de cerca de veinticuatro mil euros. Eso sin contar un aspecto fundamental que DeMuro ha obviado incluir: el consumo de combustible.
Si hacemos los cálculos teniendo en cuenta un consumo medio aproximado de 14 litros/100 kilómetros, el precio de la gasolina convencional en Filadelfia (2,37 dólares el galón) y los kilómetros que ha recorrido Doug, la suma asciende a unos 2500 dólares (2200 €) en gasolina. Una cifra que en nuestro país sería de más del doble.