El éxito de los coches eléctricos en China es indudable: hablamos de un mercado en el que, en 2022, uno de cada cinco modelos nuevos era de baterías. Allí, buena parte de la población ve en ellos más que un vehículo: son, al mismo tiempo, una fuente de energía. Y los fabricantes lo saben: razón por la que los publicitan vendiéndolos como “baterías sobre ruedas”. Esta puede ser la clave para seducir, por fin, a Europa.
La clave reside en una de sus características: la carga bidireccional. Los coches eléctricos con enchufes se han convertido en una apuesta básica de las marcas porque, para los potenciales conductores, no sólo son una forma más limpia y económica de moverse: también una fuente de electricidad para su vida cotidiana y, sobre todo, para una emergencia.
¿Cuál es la clave de la carga bidireccional?
Como su propio nombre indica, en la carga bidireccional la energía fluye en ambas direcciones: desde el coche hacia otro objeto, hacia una casa o hacia la red y viceversa. Y es que en los vehículos con enchufes encontramos varias posibilidades:
- Vehicle to Load (V2L): el conductor puede utilizar la energía que hay en la batería de su coche eléctrico para alimentar otros dispositivos externos. El Hyundai Ioniq 5 está equipado con este sistema y la Unidad de Control de Carga Integrada (ICCU) controla el flujo de energía sin elementos adicionales. En el caso concreto del modelo surcoreano, la potencia es de hasta 3,6 kW.
- Vehicle to Grid (V2G): en este caso, el conductor puede devolver a la red la energía que no ha empleado su coche integrándolo en la red de distribución eléctrica y mejorando el balance energético.
- Vehicle to Home (V2H): con esta carga bidireccional y con la ayuda de un convertidor de corriente continua (CC) a alterna (CA), que suele estar integrado en el propio vehículo, el coche puede suministrar energía a una vivienda.
El as en la manga
En varios mercados asiáticos, la carga bidireccional es un equipamiento más para los coches eléctricos que allí se venden. Ocurre en Japón con Mitsubishi y con el Nissan Leaf, que enfatiza su utilidad para aquellos conductores cuyos hogares están expuestos a cortes de energía derivados de algunos fenómenos climáticos como tifones, terremotos y tsunamis.
Hyundai hace lo propio en Corea del Sur y es China donde más ejemplos encontramos: BYD, Geely Auto (Zeekr 001) o Li Auto y su L8. Tanto es así que en los anuncios locales, muestran a conductores acampando a cielo abierto mientras beben un café recién hecho gracias a su SUV eléctrico. Incluso en Estados Unidos, Ford resalta esta característica en la F-150 Lightning, su pick-up eléctrica.
Mercados como Europa y Estados Unidos se siguen resistiendo a este tipo de coches, pero los fabricantes ven esta mezcla de practicidad, sostenibilidad y diversión como un as en la manga para seducir a los conductores europeos y estadounidenses. Las marcas esperan que la carga bidireccional comience a despegar en muchos otros lugares porque es una cualidad que consideran muy atractiva como para resistirse a ella.
Eso sí, tiene su cara B. Hasta ahora, hablar de estos vehículos eléctricos con enchufes es hacerlo de modelos grandes (SUVs, pick-ups…) y caros. En algunos casos (V2G), además, la carga bidireccional requiere invertir en un convertidor adicional. Y, por último, queda por comprobar si aceleraría la degradación de un componente clave: la batería.