Polémicas declaraciones las del RACE (Real Automóvil Club España), recogidas hoy mismo por Europa Press. El club de automovilistas propone extender a las bicicletas medidas más propias de los vehículos motorizados, como la obligatoriedad de disponer de un seguro de responsabilidad civil, identificar con una matrícula cada bicicleta, e incluso la extensión de un carnet por puntos a la bicicleta. Una propuesta que de inmediato ha sido tildada de irreal, utópica e incluso irrisoria por diversos colectivos y medios.
Según el director de Seguridad Vial del RACE – Tomás Santa Cecilia – el objetivo de estas medidas es «que las personas que conduzcan cualquier tipo de vehículo bajo los efectos del alcohol, de las drogas, saltándose la normativa, no respetando los pasos de peatones ni los semáforos o conduciendo hablando por el móvil, puedan ser objetos de sanción». En estos momentos, las fuerzas del orden que controlan el cumplimiento del Código de Circulación ya podrían multar a los ciclistas, si cometen faltas de este tipo. Ver más información sobre la normativa de los ciclistas y el alcohol.
Santa Cecilia añade: «consideramos que cualquier vehículo que circule por la vía pública debe estar sujeto a unas mínimas normas y garantías de seguridad. Lo que valoramos es establecer un seguro obligatorio para ciclistas que garantice la seguridad de este conductor y del resto de usuarios; así como un censo de bicicletas que tenga como objetivo disminuir los robos y facilitar la recuperación de la bicicleta en caso de robo o de hurto». Subraya que «no se puede tener sobre la vía publica vehículos a los que no se les aplique la normativa».
También ha dejado caer la posibilidad de crear pruebas para la obtención un carnet específico para la conducción de bicicleta, sin entrar en detalles específicos. También apoyan la concienciación para menores y la educación en seguridad vial, medida que también apoyamos desde Diariomotor. Según RACE, el objetivo es disminuir la mortalidad del colectivo de los ciclistas, cada vez más abundante en nuestras carreteras. En 2016 fallecieron 33 ciclistas en accidentes de tráfico, 10 menos que en 2015, pese al incremento de movilidad sobre dos ruedas.
Si bien la medida tiene un trasfondo loable, no ha tardado, con razón, en ser duramente criticada. Hay varios fallos de base, como apuntan asociaciones de ciclistas. En primer lugar, el ciclista es la víctima en los accidentes de tráfico, no el que provoca dicha mortalidad. Las palabras de Tomás Santa Cecilia dan a entender que es el ciclista el que provoca accidentes con víctimas mortales. Si bien pueden provocar accidentes, en la práctica totalidad de casos son víctimas en los accidentes, y suelen salir mal paradas.
La asociación ConBici también ha replicado a Santa Cecilia, añadiendo que en los países europeos con más número de bicicletas, como Holanda o Dinamarca, estas medidas siquiera han llegado a plantearse. Si bien en países como Japón las bicicletas sí se matriculan y aseguran, son una excepción en un mundo donde la bicicleta no posee regulación alguna. Es más, regular algo tan básico como la bicicleta posiblemente desincentivaría su uso, al igual que añadir burocracia y costes asociados a su sencillez y comodidad.
Estamos de acuerdo en que aún hay que trabajar en busca de una mejor convivencia entre ciclistas y coches, pero poco a poco lo vamos consiguiendo – tanto unos como otros deben poner de su parte. En una era de restricciones a la circulación y alta contaminación, es muy importante fomentar el uso racional y seguro de la bicicleta, no crear problemas donde por suerte aún no existen.
Fuente: La Información
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