Aunque la Autobahn es una carretera muy apetecible para aquellos a los que les gusta conducir sin límite de velocidad, lo cierto es que hay una carretera que la supera en modernidad, y no, no estará en la Tierra sino en la Luna. O por lo menos ese es uno de los planes que tiene la NASA actualmente, aunque no es una carretera como las que conocemos hoy en día.
Superando la Autobahn: Luna a Marte
La NASA tiene un proyecto llamado «Moon to Mars», este proyecto tiene como objetivo establecer un asentamiento humano en la superficie de la Luna y en Marte, si es posible.
Para hacer un asentamiento, es necesario contar con una infraestructura que permita transportar herramientas y materiales de un lado a otro, y aquí es donde entra la «carretera». Más que una carretera, se le ha denominado «ferrocarril flotante» y la tecnología que se utilizará se llama «Flexible Levitation on a Track» o FLOAT que traducido al español es: Levitación Flexible sobre una Vía.
¿Cómo será esta carretera flotante?
Las «carreteras» serán pistas de película flexible de tres capas por las que levitarán robots magnéticos sin motor.
Una de las capas de las películas es de grafito, que es la que permite que los robots, que no tienen partes móviles, floten mediante levitación diamagnética. Otra de las capas será de circuito flexible que será la que empuje a los robots magnéticamente, haciendo que se muevan a lo largo de las vías. Y la tercera capa sería opcional, pues sería un panel solar de película delgada que se encargaría de generar energía para las bases lunares que se encuentren cerca.
Será un sistema totalmente autónomo y no se necesitará preparar el terreno lunar para poder implantarlo, pues solo hay que desplegar las vías sobre la superficie lunar, como si de una alfombra se tratase.
Una carretera moderna y útil
La NASA ha dicho que este transporte será muy útil en dos casos. El primero es que puede transportar regolito extraído, un material que se puede utilizar en la construcción. Esto significa que no hará falta llevar materiales de construcción como el cemento desde la Tierra. Y por otro lado, también nos ayudará a mover herramientas desde la base lunar hasta otras zonas.
Además, a gran escala, podrá mover más de 90 toneladas de carga útil varios kilómetros por día, lo que supone de gran ayuda si queremos establecer un asentamiento humano.
Para que esto se haga realidad aún queda bastante tiempo, pues primero los ingenieros tienen que hacer pruebas. Ahora hay que diseñarlo bien, construirlo, hacer un prototipo a subescala e investigar cómo pueden influir en él factores como la temperatura o la radiación y más importante aún, hay que encontrar materiales para poder construirlo. Por lo que, como decimos, no veremos la carretera lunar próximamente.
