La industria del motor se ha llevado varias sorpresas en los últimos días. Varias empresas de renombre, operando desde Alemania, se han declarado en quiebra. Ha sido el caso del fabricante de asientos deportivos Recaro Automotive y el Endor AG, empresa a la que pertenece Fanatec, fabricante de volantes y pedales de simracing así como aros de competición y patrocinador de la GT World Challenge. Menos sorprende quizás el caso de BBS, teniendo en cuenta que ya van cinco veces que se ve en esta situación en menos de dos décadas.
Varias ramas de Recaro no se ven afectadas por esta situación de insolvencia
El caso de Recaro es llamativo teniendo que desde hace mucho tiempo ha sido y sigue siendo un referente en su campo, fabricando asientos para todo tipo de coches, desde deportivos compactos hasta superdeportivos, hiperdeportivos y asientos de competición. El de Fanatec lo es por motivos bastante diferentes, un conjunto de errores de procedimientos y maniobras de su junta directiva según expresaba Endor AG en su comunicado (Endor).
Cabe destacar que por un lado está Recaro Automotive, la que está en situación de insolvencia, y Recaro Group, que no se ve afectada por esta situación. Aquí es donde se agrupan otros negocios como el de asientos de vuelos comerciales, asientos para cockpits de simracing y asientos de trenes (Recaro Rail). Tampoco se ven afectadas en esta situación otras ramas como Recaro Estados Unidos o Recaro Japón.
Aspectos en común
De modo que Recaro seguirá adelante en sus diferentes ramas mientras que Recaro Automotive trata de solventar esta situación. Del mismo modo, Fanatec tratará de mantener la normalidad de cara a sus clientes, tanto en lo que respecta a ventas como a atención al cliente, mientras continúa con sus diferentes negocios en el que se destaca su gama de productos de simracing, midiéndose frente a Logitech, Thrustmaster, Moza o Simucube, entre otras.
Precisamente el cómo sean capaces de mantener su relación tanto con su clientela, así como con sus diferentes importadores, suministradores y tiendas que sirvan para intermediarios, puede ser clave para sus respectivos devenires. En el caso de Fanatec, o más bien el de Endor, depende además de si Corsair decide efectuar la adquisición después de haber sido inversor estratégico y haber entregado préstamos a la empresa, que en la actualidad debe unos 95 millones de euros.
Un toque de atención
Estos casos están por ver cómo acabarán, pero una cosa está clara: la industria está avisada de que suministradores de pequeña escala, por mucho que resuene su nombre, no están exentos de tener complicaciones financieras graves. Y estos suministradores especializados en elementos concretos son clave (de hecho, los asientos son clave para el coste global de cada coche que sale al mercado) para que todo siga funcionando como hasta ahora, de modo que ojalá sea un toque de atención y se puedan salvar, sobre todo, los puestos de trabajo que se ven afectados por estos casos.
