Imaginad que tenéis un Caterham 270R en el garaje. Un kart crecido, prácticamente. Un coche capaz de darnos tremendas alegrías en conducción deportiva, especialmente si somos aficionados a los track-days. No es para menos, con 137 CV bajo el capó y un peso apenas superior a los 500 kg, tenemos una relación peso-potencia digna de un supercoche. Uno de los ingredientes clave para el disfrute de un coche así son sus neumáticos. Y claro, el mejor neumático en producción en el planeta posiblemente es el neumático de un Fórmula 1… ¿verdad?
Los chicos del canal de YouTube de Driven Media decidieron aventurarse a ver qué ocurría instalando neumáticos de Fórmula 1 en un coche de calle. Un coche de calle muy deportivo, pero un coche de calle al fin y al cabo. Para poder instalarlos, en primer lugar, tuvieron que fabricar unos adaptadores para poder montar una llanta de Fórmula 1 en el buje del coche. Estos adaptadores se mecanizaron a medida. Tras montar las llantas, queda aparente que el coche en sí pasa a parecer un juguete de Hot Wheels.
A pesar de tener un aspecto cómico – las ruedas son muy anchas y tienen un enorme balón – el quid de la cuestión está en saber si el comportamiento del coche mejora de forma sustancial o no. Y mucho me temo que los neumáticos de un Fórmula 1… mejor se quedan en el monoplaza de competición. En primer lugar, debemos tener en cuenta que estamos hablando de un compuesto hiperblando de altísimo agarre, pero ese fantástico agarre solo se da cuando el neumático está a una temperatura de entre 100 y 140 grados Celsius.
Es decir, muy por encima de la temperatura de uso de cualquier neumático de calle. De hecho, los Fórmula 1 montan calentadores de neumáticos para que al iniciar la carrera el neumático se encuentre a la temperatura necesaria. A temperaturas de calle, estos neumáticos tienen un agarre muy deficiente, incluso habiéndolos calentado ligeramente con unos calentadores específicos. Tampoco conviene olvidar que unos slicks de Fórmula 1 solo funcionan adecuadamente en el asfalto perfecto de un circuito, y no en el asfalto imperfecto de las calles.
Por último, es necesario recordar que la carga aerodinámica de un Fórmula 1 es muy superior a la de cualquier coche de calle. En definitiva, montar unos neumáticos de F1 en un Caterham 270R no es una buena idea. Es mucho mejor montar neumáticos deportivos de calle.