El Caterham Seven, un símbolo de la pureza automovilística más petrolhead que se ha mantenido prácticamente igual por más de medio siglo, incorporará una mecánica eléctrica antes de cinco años, tal y como ha contado el CEO de la compañía al medio británico Autocar, empujado en gran parte por las normativas anticontaminación que entrarán en vigor en Reino Unido, así como por el recelo al downsizing extremo que estamos viviendo en los último años.
El Seven eléctrico hará el 0-100 km/h en menos de 3 segundos
Desde que a mediados de los años 50 Colin Chapman presentase el Lotus Seven que más tarde fue renombrado como Caterham Seven cuando en 1973 el fabricante de Crawley adquirió la licencia para su fabricación, se ha mantenido fiel a su diseño original de «menos es más». Sin embargo, recientemente el conglomerado japonés VT Holdings se hizo con la compañía británica, lo cual sin duda ha jugado a favor de esta decisión.
Comenta Graham Macdonald a los compañeros de Autocar que esta decisión se ha tomado con la intención de que Caterham sobreviva otros 50 años más en la industria, sin perder de vista que a partir del año 2030 en las islas británicas, el segundo principal mercado del Seven, se tiene previsto prohibir la comercialización de propulsores diésel y gasolina sin electrificar.
Así pues, antes del 2026 verá la luz ese Caterham Seven EV, aunque todo apunta que será en 2023 para el 50° aniversario. No obstante, Macdonald ya se ha puesto al volante de los primeros prototipos, señalando que «es como un kart: tiene dos pedales, una rápida aceleración y una conducción diferente, no menos excitante, pero excitante de otro modo«. Igualmente, tendrá unas prestaciones similares a las del Caterham Seven Superlight 620R, la actual versión tope de gama que equipa un dos litros turboalimentado de 315 CV con un 0-96 km/h (0-90 mph) en 2,79 segundos.
Sin embargo, el mayor reto al que se enfrenta la marca es mantener un peso contenido, característica que es totalmente antagónica a cualquier coche eléctrico. Para ello prescindirá de sistemas como el de la frenada regenerativa, y las baterías empleadas serán lo más compactas y pequeñas posible, de forma que la versión enfocada para circuito disponga de un sistema de baterías intercambiables o carga ultrarrápida.
Además, tal y como sucede en la actualidad que los ingleses recurren a proveedores externos para el tren motopropulsor, como por ejemplo Ford, se espera adquirir ese powertrain eléctrico a otro fabricante automovilístico, con la ventaja de mantener bajos los costes de producción y beneficiarse del desarrollo tecnológico de un tercero.
Finalmente, Macdonald ha añadido que su deseo es el de prolongar el máximo que sea posible un Seven con motor de combustión, aunque cada vez se está convirtiendo en algo más difícil, pues el mercado tiende hacia pequeños motores muy sobrealimentados que no encajan con su filosofía.
Fuente: Autocar